La asignatura de Educación para la Ciudadanía será la gran novedad del próximo curso académico para los cerca de 16.000 alumnos matriculados en tercero de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) en 131 institutos de la región. A falta de datos oficiales de la Consejería de Educación, la cifra de alumnos se aproximada a la cifra señalada teniendo en cuenta que en el curso académico 2006-2007 el número de alumnos matriculados en los cursos de ESO ascendió a 59.000 en la región, y que de ellos, un 28% estudiaban en el tercer año de Educación Secundaria, según los datos de Instituto Nacional de Estadística.

Extremadura se convierte así, y a pesar de la polémica que ha rodeado desde el primero momento a la incorporación de esta asignatura en el calendario de materias del tercer curso de la ESO, en una de las siete regiones en abordar la polémica reforma educativa impulsada por el Gobierno de Zapatero.

LOS PRIMEROS Junto a los centros educativos extremeños, los de Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña, y Navarra serán los primeros en impartir la nueva asignatura. Las demás regiones y el Ministerio de Educación en Ceuta y Melilla --ninguna de las ciudades autónomas tiene transferidas las competencias-- esperarán un año para impartirla, tal y como autoriza el calendario de la Ley Orgánica de Educación, y lo harán en el segundo curso de la ESO. Junto a los extremeños, desde mediados de septiembre cerca de 200.000 alumnos de unos 3.360 centros públicos y privados de todo el país recibirán clases de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos.

La implantación de esta asignatura se ha convertido en el último año en uno de los principales motivos de controversia entre PSOE y PP tanto a nivel nacional como en la región. En Extremadura, Rodríguez Ibarra, primero y después Guillermo Fernández Vara han defendido que esta asignatura pretende desarrollar en los alumnos la iniciativa personal y el rechazo a la violencia, a través de un temario que incluye soluciones de conflictos de violencia escolar, la convivencia con los padres, el medioambiente, los derechos humanos, el cambio climático, la inmigración o la democracia, trasladando estos aspectos a la realidad regional, según ha explicado la Junta.

Por su parte el PP extremeño se ha referido a esta asignatura como "una materia innecesaria, sectaria" y destinada a "adoctrinar" a los escolares extremeños, según las palabras del secretario general de PP en Extremadura, César Díez Solís, que hace menos de una semana llegó a solicitar a Vara que suspendiera "cautelarmente" la implantación de la asignatura. Los populares, que consideran que esta materia "ataca a los principios básicos de su partido" creen que no debería impartirse la asignatura hasta que la justicia no se pronuncie sobre su constitucionalidad o no, después de que varias asociaciones de padres de alumnos hayan presentado recursos judiciales contra ella al considerar que vulnera su libertad de poder elegir la educación que desean que reciban sus hijos.

Contrarios también a la implantación de esta materia la Confederación de Padres Católicos (Concapa) amenazan con una manifestación y la Asociación Nacional de Catedráticos de Instituto cree que la asignatura nace "muerta" porque enfrenta a a la sociedad. También han expresado su rechazo a esta materia desde otros colectivos como el Foro de la Familia o el la asociación de Profesionales de por Etica

CAMBIOS POR REGIONES Aunque cuenten con una base común, Educación para la Ciudadanía presentará peculiaridades en cada región. Así, mientras algunas como Asturias solo impartirán los generales, otras añaden contenidos propios. Es el caso de Cantabria, que añade el bloque ´La persona humana: el ser dialógico´; Aragón introduce la figura del Justicia (Defensor del Pueblo); y Andalucía, el Estatuto de Autonomía.

Galicia tratará temas como las relaciones interpersonales, deberes y derechos, identidad y alteridad, multiculturalismo e interculturalismo; y en el País Vasco, incluyen cuestiones como identidad personal, sentimientos y emociones, tolerancia y respeto crítico de costumbres diferentes, mientras en Cataluña destacan que la materia ayudará a "incorporar la pluralidad familiar, sexual, cultural, lingüística, nacional, religiosa y política de toda la sociedad".