La cláusula suelo es legal, aunque si no se ha informado debidamente al consumidor sobre ella entonces es cuando resulta nula. De hecho hay una sentencia del Tribunal Supremo en la que dio la razón al banco porque este demostró que se había producido una negociación con el cliente para incluir o no una cláusula suelo. Acreditaron con el intercambio de correos electrónicos entre el cliente y el trabajador de la entidad que se le había informado debidamente sobre ella.