Almendralejo se paralizó ayer a las siete de la tarde para apoyar masivamente la manifestación convocada contra el terrorismo y en favor de la democracia y de las víctimas del atentado de Madrid. Hasta los establecimientos comerciales cerraron quince minutos de la hora prevista de salida de la marcha, que partió del consistorio almendralejense, y que congregó a más de 20.000 personas, según la policía.

Tal era el colapso de las calles que transitó la manifestación, que cuando la cabecera llegó al final del recorrido, aún había ciudadanos que no habían salido del ayuntamiento.

En la avenida de la Paz, punto y final de la marcha, la concejala más joven de la corporación, Josefina Barragán, leyó una declaración institucional que horas antes aprobó el pleno en sesión extraordinaria. El texto recoge que "ante lo crueles asesinatos, debemos reaccionar de la forma más clara y contundente: potenciando la unidad de todos, mostrando nuestras más firmes convicciones democráticas". El acto terminó con una cerrada ovación, vivas a España y un emotivo minuto de silencio a petición del alcalde José María Ramírez.

Pero los homenajes habían comenzado mucho antes. A las 12 del mediodía, unas 1.500 personas rezaron en la Purificación por las almas de los fallecidos en Madrid y, ante la puerta del Palacio de Monsalud, guardaron cinco minutos de silencio. Los actos previstos para este fin de semana, una comida de las mujeres y una obra de teatro, se han suspendido en señal de duelo.