La reforma del Reglamento de Explosivos aprobada el pasado 11 de marzo por el Gobierno en Consejo de Ministros "va a suponer un gran incremento de costes" para las empresas que se dedican a la extracción de piedra natural y materiales áridos, en las que el uso de dinamita es una herramienta diaria para abaratar las labores de triturado de grandes macizos de roca. En Extremadura existen unas 160 explotaciones de piedra natural y 75 de áridos (grava, tierra, zahorra...), además de un número indeterminado de grandes obras (autovías) en las que se emplea la dinamita.

El principal efecto de esta reforma será la obligación en el plazo de un año de contratar seguridad privada en todas estas instalaciones para vigilar las voladuras y con carácter permanente si se trata de obras de más de seis meses o en las que se almacene un cantidad igual o superior a 150 kilos de explosivo. El endurecimiento de los controles se produce especialmente en la fase final del consumo en explotaciones u obras, "de forma que se evite su sustracción y posterior desviación para fines delictivos", según afirma el Gobierno. En paralelo, se ha reformado el Código Penal para castigar con mayores penas determinadas conductas.

NUNCA HUBO ROBOS Pascual León Quirós, director gerente de la Asociación Extremeña de Granitos y otras Piedras Ornamentales (Pinaex), asegura que el sector acata los cambios pero no los comparte, ya que supondrán un gran incremento de costes al tener que contratar seguridad privada en todas las explotaciones. "Nunca se ha producido un robo en los 2.500 minipolvorines (en canteras de piedra) que hay en España". Lo principal es la seguridad, añade, pero hay que conciliarla con la sostenibilidad del negocio, que ahora precisamente no atraviesa su mejor momento.

En el caso de la piedra natural, este sobrecoste se produce en un momento delicado por la crisis que atraviesa el sector debido a la saturación de los mercados y a la "competencia desleal" que están realizando otros países (sobre todo China) y empresas nacionales.

Hasta ahora en las grandes voladuras estaba presente la Guardia Civil y también los artilleros de la empresa --personal cualificado para estas labores-- pero la reforma obliga a contratar vigilancia privada en cualquier proceso, aunque sólo se empleen unos gramos de dinamita. "Todas las canteras van a tener que contratar vigilancia", explica Quirós. Estas pequeñas voladuras son las más habituales en el sector de la piedra natural. Durante el proceso de negociación con el Gobierno, el sector de la piedra natural se mostró a favor del incremento de la seguridad pero propuso que esto se consiguiera con mayor presencia de la Guardia Civil y no a través de vigilantes jurados contratados por las empresas.

FUERA DEL POLVORIN Quirós admite además que el hecho de establecer una barrera de 150 kilos a partir de la cual es obligatoria la vigilancia privada permanente puede dar lugar a que las canteras incurran en la ilegalidad y guarden esa cantidad en el polvorín y lo que supere ese límite fuera de éste, con lo que supone esta práctica de peligrosa. Otro de los aspectos reformados es el periodo de antelación con el que la empresa usuaria tiene que solicitar que le sea servida la dinamita, que queda establecido en 48 horas. El sector había pedido que quedase reducida a 24 horas y así se conseguiría que hubiese menor cantidad de explosivo almacenado en las canteras, pero el Gobierno no lo ha tenido en cuenta.

Para Javier Andrada, vicepresidente de la Asociación Nacional de Empresas Fabricantes de Aridos (Anefa), el impacto de la reforma es muy importante en este sector, más en las canteras que en graveras, ya que es en aquéllas donde más se emplea la dinamita. Andrada, que preside la demarcación de Anefa en Extremadura, asegura que en las canteras de áridos se realizan explosiones en la que se llegan a emplear hasta 5.000 kilos de dinamita, lo que va a obligar a incrementar notablemente los costes de las empresas en medidas de seguridad para adecuarse a la normativa.

Según fuentes de estos sectores, tanto en las canteras de áridos como en las de roca ornamental el empleo de dinamita para triturar grandes macizos rocosos es indispensable para la viabilidad técnica y económica de la explotación. "Si quieres triturar una roca para que un proceso industrial sea técnica y económicamente viable no queda más remedio que utilizar explosivos", explican.

En estas actividades no ha sido bien recibida la normativa por cuanto supondrá un notable incremento de los costes de explotación de las empresas, pero se asume como algo inevitable. Hasta ahora la distribución y uso de dinamita en procesos industriales era controlado por la Guardia Civil, que complementará en el futuro su labor con los vigilantes privados.