No hay fisuras ni voces que reclamen el fin de la violencia. Los 24 presos de ETA y su entorno político que actualmente cumplen condena en los centros penitenciarios extremeños se mantienen fieles al ala dura de la banda terrorista. De hecho, según fuentes internas de las cárceles de Cáceres y Badajoz, todos ellos secundarán los actos de protesta convocados por el colectivo de presos etarras para este mes. Entre las acciones previstas se incluye la huelga de hambre.

El objetivo de estas protestas es reclamar el reagrupamiento de presos y el acercamiento a cárceles próximas al País Vasco --para facilitar las visitas de familiares y amigos--. Pero también demandan la "inmediata liberación" de los que ya han superado el cumplimiento de la condena fijada, de los que están en periodo de acceder a la libertad condicional y de los que están gravemente enfermos.

De acuerdo con las fuentes consultadas, los 24 encarcelados en Extremadura --14 en Badajoz y 10 en Cáceres-- secundarán estas protestas y no se esperan discrepancias. De hecho, los internos en la cárcel pacense ya han remitido a la dirección del centro instancias comunicando el inicio de estas acciones. Todavía no lo han hecho los de la penitenciaría cacereña, aunque esto no significa que no lo vayan a hacer. En este caso, se prevé que las comunicaciones comiencen a producirse a partir de mañana.

En algunas cárceles españolas ya se han registrado las primeras protestas, pero el grueso de las acciones se producirán a partir de esta semana. Según las instrucciones que les ha dado la banda, durante estos primeros días deben realizar una avalancha de escritos dirigidos a los directores de las cárceles, los jueces de vigilancia penitenciaria, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio del Interior. En la siguiente semana, llevarán a cabo huelgas de patios --o chapeos --, que es una de las formas de presión más habituales de los presos etarras y que consisten en encerrarse en sus celdas negándose a salir al patio. En Badajoz han realizado una protesta de este tipo en los últimos 15 días para quejarse de los rigurosos controles de seguridad a los que se somete a sus familiares en las visitas.

Posteriormente, en la tercera semana, está previsto que renuncien a las comunicaciones telefónicas y, a partir de entonces, deben llevar a cabo una huelga de hambre, aunque se desconoce si será un ayuno total, solo parcial o rotatorio.

UNIDAD Hasta el momento, los 24 presos del entorno de ETA en Extremadura han mostrado siempre una gran unidad de acción, secundando las directrices de la banda, sin divergencias. Aunque fuentes internas de los centros penitenciarios apuntan que es un comportamiento de cara al exterior, porque de sus comentarios se extrae cierto descontento por la desatención que les presta ETA. "La mayoría secunda las protestas solo para mantener las ayudas y el respaldo que la organización da a sus familiares", apuntan estas fuentes.

Además, ninguno de los encarcelados tiene gran peso en la banda terrorista. El único hombre destacado dentro del entorno de ETA es Karmelo Landa, directivo de la ilegalizada organización política HB. Era miembro de la denominada mesa nacional y está en prisión preventiva en Cáceres desde principios del 2008 --está a punto de cumplirse el plazo máximo en este régimen, que es de dos años, por lo que podría quedar en libertad en los próximos meses--. Es el referente ideológico del grupo de encarcelados en Cáceres, aunque el liderazgo corresponde a Gorka Fraile, ex concejal por EH y miembro de un comando terrorista responsable de ocho atentados con bomba.

En el centro penitenciario de Badajoz el papel de cabecilla lo ha ejercido tradicionalmente Jose Arizmendi, autor del asesinato del civil Raúl Suárez, en Rentería a finales de los años ochenta. Aunque las fuentes consultadas apuntan que Xabin Usandizaga está asumiendo mayor protagonismo.

Por otra parte, entre estos internos está Igor González Sola, que acaba de llegar a Badajoz procedente de Granada.