Para muchos adquirir la primera vivienda supone proyecto ilusionante y un reto económico. ¿Y cuando lo que se alcanza la referencia número, 51 52 o 60...? Pues para muchos de ellos es una losa. Hay 278 extremeños que tienen más de 50 propiedades según los datos de la Dirección General de Catastro. Eso en cuanto a bienes urbanos; si se contabilizan los bienes rústicos (1.260 propietarios con más de 50) o la nueva modalidad que en el catastro califican como urbano/ rústico (las construcciones que hay en una finca, que puede ser desde un gallinero a una casa o una nave...) y que suman 1.679, la cifra se eleva hasta los 3.278 extremeños con más de medio centenar de registros en el catastro. Y en algunos casos, muy a su pesar.

Entre ellos no solo hay particulares, sino también empresas, entidades bancarias y promotoras que no han sido capaces de terminar las viviendas iniciadas por problemas económicos. De hecho, son estos últimos los que más referencias acumulan frente a lo que pueden tener los particulares, que son una minoría atomizada en el último escalón de la clasificación que hace el catastro. «El patrimonio en sí no ha variado mucho en la última década pero con el cambio de la ley se ha multiplicado el número de referencias» explica Francisco Marroquín, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Cáceres.

Los últimos cambios en la ley del catastro han alimentado que se multipliquen las referencias, porque todas las edificaciones en fincas rústicas que hasta entonces contabilizaban como un todo en la finca, ahora se han independizado a efectos del catastro y se consideran como inmuebles aislados, lo mismo que sucede en muchos casos también con las plazas de garaje.

Por provincias, es la de Badajoz, la que más grandes propietarios acumula en cuanto a referencias urbanas: son 187 frente a los 91 que hay en Cáceres. Y la cifra (principalmente por el cambio en la ley) se ha disparado desde 2006 hasta casi duplicarse. Antes de que estallara la burbuja inmobiliaria había 151 propietarios con más de 50 inmuebles urbanos en la región, de ellos 89 en Badajoz y 66 en Cáceres.

En los próximos años no hay perspectivas que el panorama cambie «por desgracia», aventura Marroquín. «La situación del mercado es convulsa y no hay perspectiva de que varíe», añade, lo que permitiría que quienes acumulan mayor volumen de inmuebles (a su pesar) pudieran desprenderse de ellos. H