Jóvenes católicos de todo el mundo se preparan para recibir al Papa Benedicto XVI en Madrid el próximo día 16, y la región no es ajena a esta cita internacional. Unos 3.000 peregrinos de diversas nacionalidades se hospedarán estos días con familias extremeñas para vivir "una fiesta mundial de fe". Llegan ilusionados, contentos y con ganas de conocer al Pontífice, pero también ajenos a toda la polémica que durante los últimos días se ha desatado en el país por el coste de la visita, que rondará los 50 millones, según los cálculos del director financiero de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Fernando Giménez Barriocanal. Las diócesis extremeñas informaron ayer que son 3.000 peregrinos los que han llegado a la región para convivir con las familias extremeñas. De ellos, 1.400 lo han hecho a la Diócesis de Plasencia, 1.200 a la de Coria-Cáceres y 300, a la de Mérida-Badajoz. Polonia, Brasil, India, Estados Unidos, Filipinas o Malawi son algunos de sus países de origen. En total, son 130.00 los peregrinos de todo el mundo que acogerán las diócesis españolas.

"Ya se nota la alegría y el colorido de los jóvenes que han venido para conocernos, convivir con nosotros y compartir la fe", señaló ayer el obispo de la Diócesis de Plasencia, Amadeo Rodríguez. Sacerdotes, prelados y fieles ponen en la balanza los aspectos positivos de la jornada, pero las asociaciones laicas siguen denunciando que el coste de la misma es demasiado alto. Es el caso de la asociación Extremadura Laica, que forma parte de la plataforma de convocantes de la manifestación en contra de unas JMJ con fondos públicos, fijada para el día 17 en Madrid. Esta no solo exige que el encuentro no se financie con dinero público al no venir el Pontífice como Jefe de Estado, sino que el Papa no pronuncie ninguna palabra contra las leyes españolas.

COSTE CERO Por contra, los organizadores presumen del coste cero para el contribuyente español, ya que con los 13,5 millones de las inscripciones de los 456.380 peregrinos y 30.000 voluntarios, los 16,5 millones obtenidos del patrocinio de grandes empresas españolas y los 2,5 millones de las donaciones individuales, podrán compensar el gasto de los 50 millones previstos.

Por ello, las familias que acogen a los peregrinos insisten en que "no se gasta tanto dinero". "A mi hija el viaje se lo pagamos nosotros, no Hacienda", señala José Luis Redrejo, padre de una familia emeritense que ha acogido a dos chicas indias. "Todos los domingos cuando hay Liga se gasta dinero en policías y nadie se queja", señala. "Es absurdo que alguien piense que una familia católica va a enviar a su hija a las JMJ y no va a colaborar con Somalia al ver la televisión", apunta.

En la misma línea se pronuncia la familia Lobo-Rivera, que también ha acogido a peregrinos en Mérida. "Si hicieran números se darían cuenta de que esto no tiene precio", señalan. La familia de Ricardo Fernández, de Don Benito, opina lo mismo. "Es un beneficio para todos los españoles; nuestra tierra se va a dar a conocer y los chicos que vienen van a dejar bastante dinero en nuestro país", afirman estos anfitriones de tres chicos canadienses. "Jóvenes como estos que hoy se encuentran en Extremadura probablemente no hubieran venido nunca si no fuera por las JMJ", afirman.

La controversia está servida. Los jóvenes recién llegados, ajenos a toda polémica, participarán estos días en la región en numerosos actos litúrgicos y religiosos que se llevarán a cabo en todas las ciudades extremeñas, como la misa frente al Acueducto de Los Milagros el próximo día 15 en Mérida, a la que está previsto que acudan más de 1.000 personas. Pero también hay organizadas visitas guiadas y otras actividades de ocio que servirán para que los jóvenes visitantes conozcan la región antes de partir a Madrid, el lunes.