Unos 3.000 productores extremeños de tomate para transformación ven peligrar su futuro debido a la confluencia de factores como los bajos precios que paga la industria y las penalizaciones por exceso de producción que sufren tras cada campaña por parte de las autoridades comunitarias, ya que la cuota asignada a España apenas cubre el 60% de la producción real.

Por ello, desde la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (UNEXCA) y las principales organizaciones de agricultores --UPA, ASAJA, COAG y APAG-- se ha exigido un adelanto de la nueva Organización Común del Mercado (OCM), prevista para el 2008, de manera que entre en vigor el próximo 1 de enero. De otro modo, anuncian que este sector tiene "fecha de caducidad", porque no podrá sostener la situación, según informó Europa Press.

En una comparecencia conjunta celebrada ayer, el secretario regional de UPA, Ignacio Huertas, explicó que esta situación se debe a las penalizaciones "injustas" que contempla la actual OCM del sector, "que pueden dejarlo fuera del mercado", y a la pretensión de las industrias transformadoras de recortar los precios que pagan a los agricultores. Huertas señaló que el cupo de producción establecido para España es de 1,2 millones de toneladas de tomate, cuando la pasada campaña se produjeron 2,7 millones de toneladas, de las cuales 2 millones correspondieron a Extremadura.

COMPETENCIA Este desequilibrio genera altas penalizaciones que complican la competitividad respecto a otros países con un cupo de producción mayor que, en algunos casos ni se cubre. Así, puso como ejemplo el cupo de Italia, que es de 5 millones de toneladas, "por lo que si se pasan un millón de toneladas, se pasan un 20%, si lo hacemos nosotros, nos pasamos el 50%".

Según dijo, la próxima campaña se producirá tomate en España cobrando una ayuda menor que los productores italianos, principales competidores, concretamente 1,20 pesetas menos. Los agricultores italianos cobrarán esta campaña 5,22 pesetas por kilo de tomate, mientras que el extremeño percibirá 3,88. Además, el próximo año, el italiano cobrará 5 pesetas y el extremeño 2,57 pesetas. "Y así hay que competir en precios, sin tratamiento de igualdad, que puede dejar al sector fuera del mercado en el año 2007", agregó.

A este problema de las penalizaciones se suma el planteamiento de las industrias de recortar los precios para mantener el mismo nivel de beneficios que en años anteriores.

El presidente de UNEXCA, Juan Puerto, aseguró así que la reducción del precio que se pagaba en la campaña pasada de 11 pesetas por kilo a 8 pesetas haría inviable el cultivo del tomate por parte de los agricultores, dado que desde la siembra originaría pérdidas. Puerto indicó que existen estudios que demuestran que un pago inferior a 10,5 pesetas supondría el abandono del cultivo, dado que dejaría de ser rentable. "Y si a las Vegas del Guadiana se le quita este cultivo, habrá pérdidas para los agricultores y para todo lo que el sector mueve económica y socialmente", añadió.