Unos 3.000 agricultores --principalmente extremeños, aunque también de Aragón, Navarra y Andalucía-- se manifestaron ayer por las calles de Madrid para exigir al Ministerio de Agricultura soluciones ante la crisis que vive el sector del tomate de industria, por los bajos precios y el descenso en las ayudas comunitarias hasta límites que hacen muy difícil cubrir los costes de producción. La protesta, convocada por la Confederación Española de Cooperativas Agrarias (Ccae) y las organizaciones UPA-UCE, Asaja y Coag, partió a las 11.00 horas de la Puerta de Alcalá y discurrió por la calle Alfonso XII hasta la sede del ministerio bajo el lema Salvemos el cultivo del tomate .

La manifestación se desarrolló de una forma pacífica y sin incidentes. La protesta ha conseguido ser un toque de atención ante la grave situación que vive un sector clave del campo extremeño. Se trata de la segunda vez en prácticamente un mes que los agricultores de este sector se movilizan. La última vez lo hicieron el 17 de febrero en Mérida en una concentración que finalizó ante la sede de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, explicó que la manifestación no era "contra nadie", sino que únicamente perseguía "resolver un problema". "Lo que no se puede consentir es que un cultivo que tiene futuro, en dos años --2006 y 2007-- no se haga nada para que siga adelante", afirmó Ramos, quien pidió al Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas "que pongan lo que hay que poner para solucionar el problema del cultivo". Lo que hay que poner son 15 millones euros, según los convocantes, para el año 2006. Ramos enumeró las reivindicaciones de los manifestantes: una ayuda de 3.000 euros por explotación como la que se ha dado por la subida del gasóleo; más apoyo económico a la contratación de seguros; una reducción en los pagos por IRPF; y una subvención a la producción respetuosa con el medio ambiente. Ramos rechazó que el sector esté muriendo de éxito. "Eso es un rollo", dijo y añadió que las industrias "son las culpables de la situación actual". "Ya está bien de sinvergüenzas".

Por su parte, el presidente de Unexca, Juan Puerto, explicó que tras muchas reuniones con distintas administraciones no se ha obtenido "nada". "Es una puñetera miseria lo que estamos pidiendo". Puerto añadió que hay países como Italia con ayudas nacionales en vigor a los tomateros, por lo que cree que no hay motivo para que España no haga lo mismo.

LA SOLUCION, DINERO El presidente de Asaja-Extremadura, Angel García Blanco, explicó que el sector sólo tiene una solución, "que es el dinero". Por su parte, Eduardo López, dirigente de Coag, achacó la situación "a una mala negociación" de los cupos cuando se aprobó la reforma actual, lo que ha provocado que "miles de personas tengan que abandonar su explotación". Carlos Floriano, presidente del PP, participó en la protesta y afirmó que tras el "éxito", espera que el Gobierno "rectifique y colabore con el sector".

Los líderes de las organizaciones convocantes mantuvieron ayer un encuentro con el subsecretario del Ministerio de Agricultura, de la que no se derivaron resultados concretos, aunque Santiago Menéndez de Luarca explicó que las reivindicaciones que plantean los tomateros encuadran en la legislación.

Extremadura es la comunidad más perjudicada por la situación crítica del tomate de industria, ya que acapara el 80% de la producción nacional. España cuenta con un cupo de tomate con derecho a subvención europea de 1.238 millones de kilos anuales. Sólo Extremadura produjo en el 2005 1.800 millones de kilos, de los 2.700 de España.

Esta sobreproducción ha provocado dificultades en el mercado mundial de tomate elaborado, con lo que los precios que pagan las industrias a los agricultores están a la baja. A esto hay que sumarle las penalizaciones en las ayudas comunitarias, que pasan de 31,29 euros por tonelada a 23,50 este año, lo que supone un descenso del 25% en un año. Los precios que pagan las industrias también han bajado este año hasta en un 22% situándose en la banda de 40 a 44 euros por tonelada. Los agricultores aseguran que no es rentable cultivar tomate con ingresos conjuntos --ayuda más precio-- de menos de 66 euros/tonelada.

Se da la circunstancia de que España es la que sufre mayores penalizaciones, ya que Francia, Italia y Grecia cobrarán 34,50 euros por tonelada de ayuda este año, mientras que los agricultores italianos percibirán 30,71.