Sólo la mitad de los 9.000 kilómetros de red ferroviaria con vía única de que dispone España cuentan con sistemas de bloqueo automático, según reconoció ayer el ministro de Fomento, Francisco AlvarezCascos, en varias declaraciones radiofónicas. En los restantes 4.500 kilómetros el control de paso de los trenes se sigue efectuando a golpe de teléfono.

Los sindicatos del sector achacan esta situación a "la falta de inversiones" en la red convencional, en detrimento de "la alta velocidad, que es mucho más lucida", según el secretario de la federación de Transporte de UGT, José Javier Cubillo.

Cascos prefirió mirar atrás, y culpó al PSOE. "La realidad no se puede cambiar de la noche a la mañana", argumentó, no sin asegurar que las vías únicas se pueden "gestionar correctamente" con el sistema de bloqueo teléfonico. También rechazó que el Gobierno esté reduciendo la inversión y el mantenimiento en la red convencional.

GRAVE DETERIORO

Pero un estudio elaborado por los servicios internos de Renfe tras el alud de accidentes acaecidos desde el inicio de este año, advertía el pasado mes de marzo que la degradación de las vías es el origen de la mayoría de los siniestros. El documento aconsejaba un plan extraordinario de rehabilitación, porque el deterioro es tal que "no se puede controlar a través del mantenimiento preventivo rutinario", una parte del cual ya está aprobado y poniéndose en marcha.

Renfe estaba a punto de adjudicar las obras de reconversión de la línea, con la instalación de un sistema de control de tráfico centralizado (CTC), que cuenta con señales y bloqueos automatizados de los trenes.

La Junta de Castilla-La Mancha llevaba años reclamando al Ministerio de Fomento que aumentará las inversiones en la red convencional de su comunidad. "Las inversiones sólo permiten acometer el mínimo mantenimiento de unos trenes que ya están obsoletos", alertaba en una nota la Consejería de Obras Públicas en septiembre del 2001.

Pese a los 13 accidentes registrados desde el pasado uno de enero, el presidente de Renfe, Miguel Corsini, aseguró ayer que el índice de accidentabilidad de la red ferroviaria española ha bajado en el 2003. Si en el periodo 1996-2002 ha sido del 0,38, con los datos del presente año se ha reducido al 0,31.