Si la deuda que arrastran la tuvieran que pagar en un solo año, tendrían que dedicar en torno al menos la mitad de lo que ingresan, pero incluso más. Es la situación de las cuatro principales ciudades de la región, cuya deuda supera el 50% de sus ingresos, según un estudio del Sindicato de Técnicos de Hacienda Gestha sobre 309 pueblos extremeños. A la cabeza, destacan los llamativos casos de Santa Marta de Magasca, cuya deuda supone el 339,5% de sus ingresos y Botija y Castilblanco, ambos por encima del 100%. Por el contrario, 87 localidades analizadas no presentan deuda a finales del 2009 y también algunos consistorios grandes como los de Almendralejo (37%), Don Benito (36,5%) y, especialmente, Villanueva de la Serena (12,6%) han sido más prudentes a la hora de solicitar préstamos.

Por ciudades, la más endeudada en comparación con sus ingresos es Plasencia, cuya deuda --de más de 22 millones de euros-- supone el 71,7% de sus ingresos del 2008, que estarían en torno a los 30,7 millones. Cabe señalar que Gestha hace en este y otros casos una estimación, dado que algunos consistorios --como el placentino-- aún no ha remitido los datos de lo ingresado en el 2009 al Ministerio de Economía y Hacienda, si bien el autor del estudio lo considera válido: "no puede variar mucho, ya que nadie ha previsto la caída de recaudación que se ha producido este año", señala.

Ya con datos del 2009, sigue de muy cerca a Plasencia la capital autonómica, cuya deuda de 45,8 millones a finales del año pasado supone el 68,7% de los ingresos (en torno a 66,6), mientras que Cáceres ocupa el puesto 21, con un índice de deuda sobre ingresos del 60,5%, derivado de adeudar 43,1 millones con unos ingresos de 71,2.

Más prudente a la hora de solicitar préstamos ha sido el ayuntamiento de Badajoz, cuyo deuda porcentual se queda en un modesto 50,6% que incluso llevó a la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, a poner el consistorio pacense como ejemplo de buenas prácticas a nivel nacional. Mejor incluso le hubieran servido los de Almendralejo (37%), Don Benito (36,5%) y, sobre todo, Villanueva de la Serena (12,57%).

De estos últimos casos, parecería deducirse que a menor tamaño del municipio y, paralelamente, presupuesto, menor deuda. Pero no es el caso. De hecho, ya hay varios consistorios extremeños de pueblos con poca población que, si se cumple lo previsto en el decreto aprobado por el Gobierno (que no se puedan endeudar el año que viene quienes tengan un débito superior al 75% de sus ingresos) no podrán solicitar financiación durante el 2011.

Es lo que ocurrirá en cuatro localidades extremeñas, sobre las que Gestha ha calculado la deuda sobre los ingresos a fecha de 31 de diciembre del 2009 --en función de los datos oficiales que maneja el Ministerio de Economía y Hacienda--. Se trata de Botija, Baterno, Tornavacas y Alcántara, cuyos alcaldes aseguran que de cualquier modo no tenían previsto pedir préstamos el año próximo.

A estas se unen siete localidades más si se tienen en cuenta la estimación de Gestha sobre los ingresos del 2008. La lista la encabeza Santa Marta de Magasca, con una deuda (568.000 euros) que equivale al 339,5% de lo ingresado (algo más de 167.000 euros). Se trata de un caso llamativo que su alcalde, Raúl García, explica por las inversiones que se han hecho en los últimos años, básicamente un hotel rural y una residencia de mayores.

En ese sentido, destaca que no se ha "tirado el dinero", sino que el pueblo cuenta ahora con un importante patrimonio, y critica que estos informes no tienen en cuenta otros municipios con elevadas deudas a la Seguridad Social. "Nosotros no le debemos nada y pagamos las nóminas al día", resalta añadiendo que, en cualquier caso, el año que viene no tienen previsto pedir nuevos créditos.

Declaraciones similares pronuncian los ediles de localidades en situaciones parecidas, como Castilblanco, donde Angel Rodríguez reconoce que no le gusta tener deuda, pero a cambio señala que han generado patrimonio (una residencia de ancianos y otras instalaciones) y puestos de trabajo. "No son deudas malgastadas, sino contraídas para generar patrimonio y desarrollo en el pueblo", comenta Fernando Moreno, teniente alcalde de Alcántara, donde deben unos dos millones de euros por la compra de una finca y una residencia que, según él, están valorados en más de cinco.