Elaine, Richard, Arthur, Dani, Alan, Sharon y Christian. Podría ser la alineación de un equipo de fútbol-7, pero se trata de la amplia prole del polaco Arthur Robert Schneider y la madrileña María Eugenia de la Torre (Jenny), un matrimonio que ha logrado aparecer en el registro de afiliados a la Asociación de Familias Numerosas de Plasencia y Norte de Extremadura (Afanortex) como el hogar con mayor descendencia.

Desde que el pasado verano se instalaron en una casa de campo en pleno Valle del Jerte, los Schneider de la Torre han demostrado ser algo más que un fenómeno demográfico para una comunidad autónoma en la que el número de hijos por mujer en edad fértil es de 1,26. Además, se trata de un matrimonio joven --él tiene 40 y ella, 35-- con siete hijos de edades comprendidas entre uno y 12 años.

Ellos mismos reconocen que no es tarea fácil gestionar una familia tan amplia. "Cada semana compro entre 45 y 50 litros de leche y consumimos poco más de 10 barras de pan", explica Jenny, una mujer acostumbrada a utilizar dos carros en el supermercado. "Y eso que sólo compramos cosas básicas e imprescindibles, pero es que todo lo que compramos tiene que multiplicarse por siete o nueve", aclara.

En casa la colaboración se ha convertido en un factor indispensable. Jenny asegura que todos aportan: "Arthur se ocupa de las comidas cuando no trabaja y Elaine, que ya tiene 12 años, también ayuda bastante". Todas las labores del hogar están repartidas, comparten la responsabilidad de cuidar unos de otros y deben ayudarse a la hora de estudiar. Pese a todo, advierte que le resulta muy complicado poder preparar dos comidas grandes por día.

Complicado trabajar

"La convivencia es bastante buena. Siempre hay alguna discusión, pero son bastante responsables. ¿Travesuras? Hay alguno al que le gusta pasárselo bien y gasta bromas, pero sin maldad", cuenta Jenny, dedicada a sus hijos de 7.00 de la mañana a 1.00 de la madrugada.

Jenny espera poder trabajar pronto --como pedagoga o educadora infantil-- pero es consciente de que no será una tarea fácil. Tendría que conseguir una guardería para el niño pequeño, dejar todos los días la comida hecha, obligar a los niños a colaborar más en casa... Tanto ella como Arthur lamentan que las Administraciones presten tan pocas ayudas a familias com la suya. Según comentan, "en España son tres o cuatro veces inferiores a las que se perciben en otros países de Europa".

Actualmente ingresan 24 euros al mes por cada niño y nunca han recibido la subvención de 100 euros con la que el Estado ayuda a las madres con hijos menores de tres años, ya que Jeny no trabaja. "Aquí, si no cotizas no recibes, pero con niños tan pequeños es difícil trabajar. Tenemos el título de familia numerosa desde hace varios años, pero no sirve para mucho. En este país da lo mismo que tengas tres o diez hijos, las ayudas no son per cápita pero las condiciones de una y otra familia tampoco son las mismas", denuncia ella. "Habrá que divorciarse, a ellos sí que les tratan mejor", ironiza Arthur.