La evacuación de los 74 ancianos de la residencia de Azabal hasta Cáceres, ciudad en la que permanecen todavía por falta de luz en su pueblo, ha provocado una refriega política entre la consejera de Bienestar Social de la Junta, Leonor Flores (PSOE), y el alcalde en funciones de Cáceres, Joaquín Rumbo (PP). Ambos aseguran haber estado involucrados al máximo en esta emergencia pero a la vez critican la actuación del otro.

"Nos querían echar a la calle", señaló ayer la consejera. Todo, la evacuación y la ubicación de los ancianos, se desarrolló con normalidad hasta que la noche del viernes los responsables del albergue municipal cacereño donde están los mayores informaron de que había que hacer algo porque un grupo folclórico de 49 jóvenes tenía reservado el centro para pasar la noche, explicó Flores.

DOS VERSIONES DIFERENTES

Por su parte, el alcalde en funciones, al enterarse de las declaraciones de la consejera, manifestó que el ayuntamiento ha sido el que realmente se ha movido, en coordinación con la Subdelegación del Gobierno y el servicio 112 de la Junta. "Cuando pasó lo del albergue, desde el ayuntamiento no lo planteamos como un problema porque las emergencias son las emergencias, y los mayores lo primero. Lo que hicimos fue llevar al grupo de jóvenes al colegio mayor Francisco de Sande porque pensamos que el acceso para los ancianos en el albergue era mejor. Pero esto lo propusimos nosotros".

Cada uno da su versión de los hechos. "El ayuntamiento no ha hecho nada. Lo único que se ha dignado a hacer ha sido a cedernos el albergue municipal pero porque era su obligación. Yo me negué a que echaran a mis mayores del albergue y hablé con Juan Andrés Tovar, presidente de la Diputación de Cáceres, para que él ubicara a los jóvenes en el colegio mayor y así lo hizo", relató con indignación Leonor Flores.

Sin embargo, el ayuntamiento tiene otra percepción de lo ocurrido. Para Rumbo, "lo único que ha hecho la consejera ha sido ponerse en la foto y apuntarse un tanto, cuando lo que hay que hacer es trabajar". Además, el alcalde en funciones manifestó su lamentación por la "falta de respeto y de sensibilidad" de Flores, "al presentarse en el albergue sin avisar y al descalificar el trabajo de todo el personal del ayuntamiento que durante estos días ha estado trabajando".

En cuanto a la situación de los ancianos, la consejera informó de que ayer no pudieron volver a Azabal por las malas condiciones en las que se encontraba la residencia. "No había ni electricidad ni teléfono, además el fuego se reactivó, por eso no queremos arriesgarnos y vamos a esperar a mañana (por hoy) para que regresen de nuevo a casa", explicó la titular de Bienestar Social.

Fuera de este roce político, el albergue destacó la colaboración de los jóvenes del grupo folclórico que actuaron ayer por al noche en el centro para amenizar a los ancianos.