El desplome de la demanda de acero en tres sectores estratégicos de la economía como son la construcción, la automoción y los bienes de equipo está pasando factura a la industria siderúrgica tanto dentro como fuera de España. Una situación de la que ni siquiera se salva el gigante ArcelorMittal, el mayor grupo siderúrgico del mundo, que anunció el mes pasado un Expediente de Regulación de Empleo que afectará a todas sus plantas españolas y a la mitad de los alrededor de 12.500 empleados que trabajan en ellas. Esta multinacional, que en último trimestre del pasado año redujo su producción en un 45%, ha suspendido temporalmente su actividad en diversas plantas de Asturias, Vizcaya y Valencia, pero también en otras de Francia, Alemania, Bélgica, Rumanía y Luxemburgo. Los trabajadores han solicitado a Arcelor garantías de que las medidas tomadas son temporales y datos de cómo y cuándo podrá ser retomada la actividad, pero desde la misma empresa se asegura que realmente ni siquiera ellos saben qué va a ocurrir ni cómo va a evolucionar la crisis.

Otro ejemplo de los efectos de la fuerte reducción en el consumo de acero es el del grupo Acerinox, uno de los líderes mundiales en la producción de acero inoxidable, que perdió 92,98 millones de euros en los tres primeros meses del 2009, frente a los 66,66 millones que había ganado en el mismo periodo del año anterior. A principio de este mes, en un hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta compañía aseguró que durante el primer trimestre del año este mercado se ha caracterizado "por un nivel muy bajo de demanda condicionado por la recesión económica mundial así como por el parón de la actividad industrial. El consumo, si bien ha mejorado respecto al cuarto trimestre del 2008, sigue en mínimos, lo que ha llevado a la industria mundial a recortar la producción en un 50% aproximadamente". En el arranque de año, la comercialización de Acerinox cayó un 66%, pero manteniendo una distribución geográfica de las ventas similar a la del ejercicio anterior, "lo que indica que el deterioro de los mercados es global y del mismo orden".

Otro referente del sector siderúrgico en España, Tubos Reunidos, también ha presentado recientemente un ERE suspensivo durante un máximo de 72 días laborables para un total de 804 trabajadores de su planta de Amurrio (Alava). Además, la empresa vasca comunicó esta misma semana un decremento en su beneficio neto del 64% durante el primer trimestre del año, hasta los 7,2 millones de euros, y de un 11% en su cifra de negocio (151 millones de euros en total). Respecto a sus previsiones para los próximos meses, el grupo industrial destaca que la visibilidad de la demanda de tubos de acero sin soldadura, así como en el sector siderúrgico en general, "sigue siendo muy limitada, al no haber claros signos de recuperación todavía".