No sólo las petroleras se benefician del alza del crudo, también la Administración hace caja a costa del bolsillo de los consumidores. Así, con los precios de enero, la recaudación por IVA sobre gasolinas y gasóleos rondaría en Extremadura los 73,4 millones de euros. Sin embargo, al subir los precios, y ser este un impuesto porcentual (16% sobre el precio sin impuestos más el impuesto especial), la recaudación actual rondaría los 89 millones de euros. Es decir, sólo en Extremadura se cobrarían 15,6 millones más por IVA.

El precio del combustible en el surtidor está compuesto por cuatro factores: el precio sin impuestos; el Impuesto Especial de Hidrocarburos, que es fijo y son 29,64 céntimos por litro para el gasóleo y 39,92 céntimos para la gasolina; el IVA, que es un 16% que se aplica sobre la suma del precio sin impuestos y el impuesto especial, y el Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos (IVMDT), también denominado ´céntimo sanitario´, y que supone, en realidad, un sobrecoste de 2,4 céntimos por litro.