Para el sindicato CSIF las palabras del ministro son una "huida hacia delante" ante la propuesta de un Bachillerato de tres años presentada en el Congreso de los Diputados por otro partido político diferente al suyo. Su responsable en Extremadura, Adrián Vivas, asegura que dada la difícil etapa que atraviesa la educación "cualquier propuesta de cambio deberá meditarse y consensuarse con los sectores de la comunidad educativa", por lo que "los golpes de efecto y los brindis al sol de los responsables educativos sólo pueden perjudicar aún más nuestra deteriorada Educación".

Asegura además que ya hay un elevado número de alumnos que permanecen en las aulas "a la fuerza" sin interés hasta cumplir los 16 años, afectando negativamente al desarrollo de las clases, por lo que aumentar la obligatoriedad hasta los 18 años "no resolvería los graves problemas que presenta nuestro sistema educativo: fracaso escolar, objeción escolar, conductas disruptivas, etc. y agravaría aún más la situación de la conflictividad en los centros educativos".

Añade al respecto que se muestra contrario a "reclutar alumnos en los centros en contra de su voluntad, por las graves consecuencias que ello puede reportar", e insiste en la urgencia de ampliar el Bachillerato a tres años, recuperando "el peso que siempre tuvo".