La llegada de las compañías de bajo coste ha supuesto un hito y un punto de inflexión positivo para aeropuertos como los de Granada, Santiago de Compostela, Valladolid, Santander o Vigo, instalaciones que, según los expertos, deben servir de referencia para la terminal internacional que la Junta de Extremadura y Caja Extremadura, entre otros, pretenden promover en las inmediaciones de Cáceres. Las instalaciones aeroportuarias de estas cinco ciudades han visto como en apenas cuatro años y gracias a la implantación de este tipo de empresas se ha duplicado su volumen de pasajeros.

Responsables de la Administración regional y de la entidad financiera, así como economistas e ingenieros aeronáuticos, ya ven viable el proyecto, que podría estar en marcha en el año 2012 o 2013 y podría disponer de una inversión próxima a los 180 millones de euros, según anunció la semana pasada el presidente del Ejecutivo extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Estas mismas fuentes son las que apunta que el aeropuerto cacereño será como los de las ciudades mencionadas.

Según las previsiones iniciales, esta infraestructura podría ser utilizada por más de un millón de pasajeros cada año. Sin embargo, de los referidos, únicamente el Federico García Lorca de Granada-Jaén, el de Vigo y el de Santiago de Compostela alcanzan esas cuotas de viajeros. Los otros dos se mueven cerca del medio millón de usuarios.

En lo que sí coinciden todas estas instalaciones es en la positiva repercusión que ha tenido en su volumen de actividad el aterrizaje de las denominadas compañías de bajo coste. En este sentido, hasta el 2003 mostraban, en líneas generales, cierto estancamiento. Pero desde entonces han duplicado la cifra de viajeros. Así, el de Santiago, el más grande de ellos, ha pasado de algo más de un millón de personas hace cuatro años a los casi dos millones registrados durante el pasado ejercicio.

MENOR AUMENTO EN VIGO Lo mismo ha ocurrido en el resto. En el Federico García Lorca el incremento ha sido de 525.000 viajeros en el 2003 al millón registrado en el 2006; el de Valladolid, de 232.000 a 457.000; y el de Santander, de 253.000 a 650.000. Por su parte, el de Vigo ha sido el que ha notado menor incremento de pasaje por la llegada de estas compañías. En este periodo sólo ha aumentado un 50% el volumen de usuarios, hasta alcanzar 1,2 millones de viajeros.

Desde todos ellos se puede volar a las principales ciudades españolas --Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Palma o Tenerife--, así como a varias capitales internacionales, como Londres, Roma, París, o incluso Buenos Aires y Caracas. Pero además, disponen de enlaces con Liverpool, Milán o Frankfurt, y algunos como el de Granada prevén ampliar la oferta con conexiones a Lisboa y Amsterdam.

No obstante, detrás de la mayoría de estos destinos se encuentran pequeñas compañías y empresas de bajo coste. Entre ellas, por ejemplo, están Clickair, Vueling o Air Berlín. En esta misma línea funcionaría el de Cáceres, según ha explicado Ibarra, quien señaló que habrá vuelos internacionales diarios con empresas de vuelos baratos.

Además, todos los aeropuertos de estas ciudades se encuentran a menos de 17 kilómetros del núcleo urbano, con lo que se garantiza a los ciudadanos la posibilidad de llegar a la terminal en menos de 20 minutos.

LA REFERENCIA, EL QUIJOTE Sin embargo la infraestructura que debe servir como auténtica referencia al proyecto extremeño es el aeropuerto de Ciudad Real, en construcción y ya bautizado como Aeropuerto Don Quijote. El proyecto nació en 1997, pero no comenzó a materializarse, con el inicio de las primeras obras, hasta el 2004 y se espera que en un año pueda estar terminado.

Se trata del primer aeropuerto internacional privado --aunque de uso público-- que se construye en España. Cuenta con la inversión de entidades como la diputación provincial, la Cámara de Comercio, Caja Castilla-La Mancha, Caja El Monte, Iberdrola, Isolux y la Universidad de Castilla-La Mancha. En el caso de Cáceres, como ha apuntado Rodríguez Ibarra, también "habrá financiación privada" y ya se están buscando inversores.

Las empresas de bajo coste ya se han fijado en Ciudad Real. Además de disponer de modernas y amplias instalaciones, se encuentra próximo a la línea de