Los tabaqueros conocen los ensayos sobre la artemisia y su principio activo contra la malaria. Sin embargo, y aunque a primera vista reciben con buenos ojos todas las investigaciones que se realicen en la búsqueda de alternativas, por el momento no confían en que haya ningún cultivo que tenga la rentabilidad económica y social suficiente como para sustituir al tabaco.

Desde la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias consideran que puede ser "un cultivo interesante, pero hoy por hoy no es una alternativa real para el tabaco". Esta es la misma opinión que tiene Ignacio Huertas, secretario regional de UPA-UCE, que considera a esta planta más como un cultivo complementario que sustitutivo del tabaco.

En Extremadura hay 14.000 hectáreas dedicadas al tabaco, concentradas en las comarcas cacereñas de La Vera y Campo Arañuelo, donde hay unas 2.000 explotaciones que dan trabajo a unas 20.000 familias.