El sector del tomate para uso industrial, el más importante de Extremadura junto con el tabaco, atraviesa una grave crisis que podría hacer que la próxima campaña la producción se redujese en torno a un 25%. Es decir, que se sacarían al mercado 1,35 millones de toneladas por los 1,8 millones de este ejercicio y a media plazo "podría desaparecer".

Así lo anunció ayer Juan Puerto, presidente de la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca), que avanzó que las previsiones de los 3.000 productores de la región son, en estos momentos, aún más negativas debido a que la mayor parte de la producción está sin vender a falta de sólo dos días para que se cierre el plazo límite marcado por Bruselas.

De hecho, Puerto señaló que si las transformadoras no aumentan algo su actual oferta esta caída de producción podría incluso alcanzar entre el 30% y el 35%. En estos momentos la oferta media presentada por las industrias está en 40 euros por tonelada cuando el umbral de rentabilidad está en 43 euros más la ayuda europea, con lo que de mantenerse la actual situación los agricultores perderían unos 3 euros por cada tonelada producida. De esta forma, si de aquí al jueves no se consigue un precio superior que alcance al menos ese mínimo los productores de la comunidad saldarían la campaña con unas pérdidas que rondarían los 5,5 millones de euros.

ADIOS AL CULTIVO De cumplirse esta previsión, más de 7.000 hectáreas extremeñas dejarían de dedicarse al cultivo del tomate esta campaña que va a comenzar, en lo que supone un primer y serio aviso de la delicada situación que atraviesa el sector agrario más importante de Extremadura y que, según Puerto, tiene un problema "más grave que el del tabaco". Puerto recalcó que esto llevará a un "bajón fortísimo" en un sector que, si las cosas siguen por ese camino, "podría desaparecer" a medio plazo.

Por su parte, Carlos Gervás, secretario general de la Agrupación Española de Fabricantes de Conservas Vegetales (Agrucon), achacó esta crisis a la "mala situación del mercado" generada, especialmente, "por la sobreproducción del 2004". Esto ha conducido a una bajada de precios "de un 30% en estos años y a nadie le salen las cuentas".

PERDIDA CLARA En esta línea, los responsables de Agrucon insisten en que hay que prepararse "para pasar estos años malos en los que no se va a ganar dinero e incluso se va a perder", algo que también están sufriendo, dijo, las industrias. Por eso Gervás reclama que durante las negociaciones sobre el precio del tomate que se están apurando todas las partes implicadas hagan "un esfuerzo para que todo el mundo sobreviva" ante esta crisis en la que, recalca, "no se va a ganar dinero en el tomate".

Sobre la complicada situación de las negociaciones a falta de dos días para el cierre del plazo, le resta importancia "porque es algo que pasa todos los años". El responsable de Agrucon afirma que hace tiempo que la industria viene avisando a los productores de que se avecinaban "malos tiempos" para "que no hicieran muchas inversiones", a pesar de lo cual en la comunidad se han acometido fuertes gastos en el sector productor.

La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente evitó ayer valorar la posible rebaja de la producción de tomate anunciada por Unexca debido a que las negociaciones de los contratos de venta aún están abiertas. Una vez que pase la fecha límite, el 23 de febrero, valorará la situación del sector.

Además, ahora se cierne sobre el tomate industrial una nueva amenaza , la Organización Común de Mercado (OCM) de frutas y hortalizas. Juan Puerto anunció que Unexca está manteniendo numerosos contactos a todos los niveles --Junta, Ministerio de Agricultura y Unión Europea-- para intentar que esta OCM se aplique desde el próximo 1 de enero y excluya al tomate industrial. Si no se consigue esto último, apuntó, al menos será necesario que se apliquen medidas compensatorias transitorias "como se ha hecho en otros cultivos". En caso contrario, vaticinó, el tomate industrial desaparecerá de Extremadura.

Esta pretensión cuenta con el apoyo decidido de los poderes públicos. Tanto es así que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) ha constituido un grupo de trabajo junto a las comunidades productoras, entre ellas Extremadura, con un único objetivo: presionar a la Unión Europea para que se adelante la reforma de la OCM al 2007 o para que se arbitren las soluciones necesarias para el año que viene. El consejero extremeño del ramo, José Luis Quintana, avanzó que el objetivo del Gobierno central es "tratar de acelerar al reforma".

Toda esta situación ha provocado que el sector se replantee su futuro a pesar de que la producción se ha duplicado en Extremadura en apenas seis campañas. Ante estas perspectivas --caída de precios y amenaza de la OCM-- Unexca ha recomendado a los agricultores que sean prudentes y eviten, en la medida de lo posible, adquirir compromisos de arrendamientos e inversiones en maquinarias.