El volumen de agua disponible para el regadío ha caído hasta un 40% en algunas zonas de la provincia de Cáceres, que vive la situación más grave de las últimas décadas. El pantano de Rosario, por ejemplo, registra la sequía más grande de los últimos 50 años, mientras que en la cuenca del Borbollón los regantes cuentan con un 40% menos para regar sus campos. La sequía ha provocado que la organización agraria UPA-UCE pidiera ayer un "reparto social" de los recursos hídricos que hay para regar, con el objeto de no perjudicar más a las pequeñas y medianas explotaciones.

El pantano de Rosarito sirve para regar una gran cantidad de hectáreas de tabaco y dispone de un 25% menos de agua. No ha conocido otro año más seco que éste presente desde que se construyera hace 50 años, como han confirmado a EL PERIODICO miembros de las comunidades de regantes de Rosarito.

Esto se debe a las escasas lluvias de este 2004, ya que se han contabilizado 20 litros por metro cuadrado en todo el invierno y la presente primavera, con lo que el pantano registra 64 millones de metros cúbicos de agua embalsada, siendo su capacidad de 82 millones, con lo que ha caído la capacidad en un 30%.

Sin embargo, las comunidades de regantes tanto de la margen izquierda como de la derecha del pantano aseguran que "no hay que alarmarse", y esperan llegar con el agua embalsada hasta el 15 de septiembre.

Por ello, desde las dos comunidades de regantes del pantano, se pide la colaboración de todos los regantes para que economicen toda el agua posible a lo largo de toda la campaña de riego y poder regar así con el agua de la que se dispone las cosechas de este verano.

MEDIDAS Por otro lado, el secretario general de UPA-UCE en Extremadura, Ignacio Huertas, explicó que con el reparto social del agua que propone la organización, se trata de garantizar la totalidad del riego de, al menos, 10 hectáreas por explotación. Además, piden una línea de préstamos sin intereses, y beneficios fiscales. En este sentido, anunció que tras la entrevista mantenida ayer por responsables de la organización con la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, ésta "se ha comprometido" a gestionar ante la UE la flexibilización de las condiciones para cobrar las ayudas y a dejar que los cultivos sin cosechar sean para el ganado.