No fue la mejor de las tardes para dar la bienvenida a Sus Majestades los Reyes de Oriente, pero ello no impidió que miles de emeritenses salieran al paso de la comitiva real, este año flanqueada por 15 carrozas y 10 pasacalles que cumplieron íntegro el recorrido previsto. La tarde amenazaba agua. Al caer la noche comenzó una fina e intermitente lluvia que fue más insistente según pasaban las horas, pero que no consiguió ahuyentar a los ciudadanos, especialmente a los más pequeños, decididos a contemplar la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar. Este año mayoritariamente acompañados por los protagonistas de las series de dibujos animados preferidas por los niños, como Bob Esponja o Dora la exploradora, junto a otros con más desfiles a sus espaldas como Willy Fog o los Picapiedra.

Pero el protagonista de la noche fue, con permiso de sus majestades, el paraguas. Siempre abierto, para protegerse de la lluvia cuando caía, y para recoger más caramelos cuando escampaba. Hasta 5.000 kilos fueron repartidos entre quienes retaron al mal tiempo para dar la bienvenida a los Reyes de Oriente antes de que comenzara la noche más larga para los más pequeños.

En la concentración del desfile en las inmediaciones de María Auxiliadora ya se daba por hecho que iba a llover. Por este motivo, no era raro ver a los miembros de las carrozas y de los pasacalles ataviados con impermeables para protegerse del agua. Pero esto no fue impedimento para que la alegría y el ambiente festivo contagiara al público y a los integrantes de la comitiva.

El trayecto se mantuvo inalterable por las calles Juan Carlos I, avenida de Extremadura, Almendralejo, Paseo de Roma, Cava, plaza de España y plaza del Rastro, e incluso se procedió a la tradicional visita de Sus Majestades a los miembros de la corporación municipal, que esperaban, junto a muchos ciudadanos que se cobijaban en los soportales de la plaza de España, en el ayuntamiento. Las asociaciones de vecinos de María Auxiliadora, Montealto, la Corchera, San Juan, Santa Catalina, Nueva Ciudad, las Abadías, el Prado, San Andrés, junto a los colectivos de mujeres Ceres, los Danzarines Emeritenses, la asociación cultural de la Antigua y la del Carnaval Romano, fueron los artífices de la cabalgata.