A Luisa Corchado, de 64 años y una de las agraciadas con 600.000 euros del Gordo que llegaron a Cáceres desde Barcelona, le queda un año para jubilarse. Trabaja como limpiadora en el centro de salud de Aldea Moret y ahora podrá disfrutar con mayor tranquilidad de un merecido descanso. Su hija Susana se puso a llorar cuando se enteró de que los décimos que compró a sus primos del bar Maldonado en la localidad catalana de Pallejà eran ganadores. Pronto viajarán hasta allí para celebrarlo juntos.

La suerte significará ahora que toda la familia pueda disfrutar de un premio que ya tiene destino: Luisa Corchado, que vive con su hijo en la Mejostilla, podrá pagar lo que le queda de hipoteca y del coche. "Podré vivir un poco más en condiciones", apuntó. A Susana Solís el dinero le servirá para marcharse a Inglaterra. "Lo único que me faltaba para comenzar una vida nueva era estar económicamente mejor. Ahora lo podré dejar todo", decía ayer. Eva, su hermana, "tapará agujeros" con una mitad y la otra la destinará a conocer mundo, una de sus asignaturas pendientes, aunque promete ir a verla cuando se establezca en Londres.

Mucha emoción

La emoción del momento que vivieron ayer no se les olvidará nunca. A Luisa le avisaron cuando iba en el autobús y no se lo podía creer. Eva y Susana llamaron a José Antonio Maldonado, emigrante andaluz casado con Josefa Solís, catalana de padres extremeños, que regentan el bar donde ayer se repartieron 180 millones de euros. "Hemos podido hablar con él medio minuto", afirmaban, contentas de que el premio hubiese tocado en un barrio "con mucho paro, donde hay gente que lo está pasando mal".

Los 600.000 euros podrán repartirse entre cuatro casas. Ayer, eufórica, la familia Solís Corchado brindaba ante la mirada de los visitantes del centro comercial en el que trabajan Eva y Susana. Fue un gran día para todos, para disfrutar a lo grande. Les queda lo mejor.