Desde las seis de la mañana de hoy, en España no se puede circular a más de 110 kilómetros por hora. A partir de esa hora ya son vigentes las nuevas señales que durante la tarde del sábado y sobre todo el día de ayer se han ido actualizando por los más de 600 kilómetros de autovías de Extremadura --12.000 en el país--. Sin demasiado tiempo para reaccionar --la medida se anunció hace justo diez días--, el conductor deberá acostumbrarse a levantar el pie del acelerador en aras de un menor consumo de combustible, algo que no todos los expertos ven tan claro como el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

El sábado salió publicado en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto por el que se modifica el Reglamento General de Circulación. A efectos prácticos eso quiere decir que todas las comunidades están obligadas a cumplir. Diferentes voces ya se han pronunciado en la región en los últimos días en contra de la bajada de los 120 kilómetros por hora a los 110 ya actuales.

Los Empresarios de Estaciones de Servicio de Extremadura o la Agrupación Gremial de Transporte han esgrimido principalmente sus dudas sobre los efectos que tendrá sobre el depósito. "Lo que hay que reducir es el precio final de la gasolina y los márgenes de beneficios que algunos obtienen, no la velocidad", por eso creen que la decisión más acertada sería que "el Gobierno intervenga en las petroleras que son las que disparan los precios", apuestan. También los populares han hecho propuestas alternativas. El diputado en el Congreso por Badajoz Alejandro Ramírez del Molino considera más efectivo implantar cursos de conducción eficiente en las autoescuelas, entre "otras muchas maneras de poder ahorrar combustible", señaló hace unos días.

687 PEGATINAS POR 30.000 Para que todo estuviera a punto esta mañana se han precisado los esfuerzos de la Administración regional y el Gobierno central. Los operarios de cada centro de control de la DGT modificaron anoche de forma remota la velocidad a la que se activarán los radares fijos afectados por el cambio --al menos seis en Extremadura y 117 en todo el país--.

Quienes han tenido más trabajo han sido las empresas de conservación de carreteras. En el caso de las que trabajan para la Junta de Extremadura, han colocado en 80 señales el nuevo límite de velocidad, mediante unas pegatinas adhesivas que cubren todo el 120, en la Ex-A1 de Galisteo a Navalmoral y la Ex-A2 de Miajadas a Villanueva de la Serena, según la Consejería de Fomento. El coste para las arcas extremeñas asciende a 4.000 euros --50 euros por señal--.

Más caro ha resultado poner al día las 607 señales --289 en Badajoz y 318 en Cáceres-- que limitaban hasta ayer la velocidad a 120 en las tres autovías estatales, la A-5 que une Madrid y Badajoz, la A-66, Gijón-Sevilla, y la A-58, Cáceres-Trujillo. Los operarios comenzaron el sábado a modificar la señalización aunque permanecieron tapadas hasta anoche, cuando concluyó la sustitución. En total, renovar cada una de estas señales ha costado más de 40 euros, lo que ha supuesto al Ministerio de Fomento un desembolso de más de 25.000 euros en la región. Entre ambos --Gobierno central y Junta-- las carreteras extremeñas habrán modificado 687 señales, con un coste de casi 30.000 euros. En todo el país la renovación de 6.000 señales ha supuesto un gasto de 250.000 euros, según la Delegación del Gobierno.

Ahora está por ver si este nuevo límite de velocidad repercutirá en la recaudación de multas, una posible causa que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, niega como uno de los objetivos de esta decisión, pero usuarios y expertos señalan a la recaudación. Con los límites vigentes hasta ayer Tráfico multaba a 150 conductores al día por sobrepasar la velocidad en cualquier vía de la región, lo que provoca un tercio de los accidentes mortales. Los próximos datos hablarán por sí solos.