Sin margen para el entendimiento y repleto de descalificaciones. Así fue el áspero intercambio entre el líder de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, y el candidato a la investidura, Pedro Sánchez, en el debate de ayer.

El dirigente del partido naranja quiso competir con el PP como jefe de la oposición y usó la cuestión catalana como único ariete contra el socialista, al que situó como abanderado de un plan con «una banda» en la que ubicó a Arnaldo Otegui, Quim Torra, Carles Puigdemont y Podemos, entre otros. Además, le acusó de mantener un «discurso impostado, que no se cree para despistar mientras se reparte sillas con Podemos y hace cesiones a los golpistas».

En su réplica, Sánchez obvió las referencias programáticas o ideológicas y personalizó sus ataques en Rivera y en la situación interna que atraviesa el partido tras la fuga de dirigentes. El dirigente naranja abrió el intercambio con una descripción basada en la existencia de un plan oculto del dirigente socialista de la mano de los independentistas.

Obvió prácticamente cualquier referencia al programa de gobierno trazado por Sánchez por la mañana, más allá de criticar la subida de impuestos a las rentas altas y defender incentivos «a los inversores», y se centró en describir al postulante como un aliado del nacionalismo que pretende forjar un gobierno «Frankenstein», al tiempo que situó a Cs en el centro político.

Sin embargo, solo ofreció tímidos pactos de Estado en cuestiones como la ciencia o el cambio climático. Sánchez había controlado el tono en su duelo previo con el líder del PP, Pablo Casado, intentando mantener las formas, pero con Rivera la tensión dialéctica subió varios grados, llegando incluso a acusarle de tener «un problema» con la democracia. «Usted ha puesto un cordón sanitario y con ello se ha atado a la ultraderecha», espetó Sánchez.

El presidente del Gobierno en funciones también hurgó en las recientes dimisiones de dirigentes naranjas, contrarios a la apuesta de Rivera de pactar con Vox y partidarios de negociar con el PSOE. «Cs parece hoy La Gran Evasión», señaló Sánchez. «¿Usted lidera la oposición, señor Rivera? Si es la tercera fuerza en este país», aseveró.

dimisión / El líder socialista mostró su distancia con el naranja dedicando muy pocos segundos a sus dos siguientes réplicas, en las que responsabilizó a Rivera de una eventual repetición electoral que se celebraría el próximo 10 de noviembre. Rivera pidió ayer el cese del ministro de Justicia, Fernando Grande Marlaska, por sus declaraciones antes de la manifestación del día del Orgullo en las que consideró ilusorio pensar que no tendría consecuencias «pactar con quien […] trata de limitar los derechos humanos».