Alemania y Portugal han dado un paso más para contener la expansión del coronavirus: a partir de este lunes a las 8 de la mañana, introducen un cierre parcial de sus fronteras, en el caso de Alemania con Francia, Austria, Suiza y Luxemburgo y de Portugal, con España. El objetivo es intentar frenar el aumento de infectados sin impedir el flujo de mercancías y trabajadores transfronterizos.

Como ha confirmado el Instituto Robert-Koch, el número de casos en Alemania ya supera los 4.800 y el de muertos asciende a 12. «La situación es muy seria. La expansión del coronavirus avanza rápido y de forma agresiva», dijo ayer el ministro federal de Interior, el socialcristiano Horst Seehofer, en una rueda de prensa en Berlín. La policía federal se encargará de realizar los controles en las mencionadas fronteras para evitar que que personas infectadas lleguen a territorio alemán.

Los ciudadanos alemanes podrán siempre reingresar, pero tendrán que someterse a controles de temperatura en caso de presentar indicios sospechosos. También podrán cruzar la frontera aquellas personas que puedan demostrar que tienen su puesto de trabajo en uno de los países colindantes, y los ciudadanos extranjeros que tengan su lugar de residencia en la República Federal. El tráfico de mercancías tampoco se detendrá.

Los controles se introducen de manera indefinida, y de las palabras del ministro Seehofer se puede deducir que la medida se podría extender durante meses. Las autoridades alemanas dan por hecho que la curva de infecciones está todavía lejos de alcanzar su punto culminante antes de comenzar a descender.

EFECTIVIDAD DE LAS MEDIDAS / El ministerio federal de Interior reintroduce los controles fronterizos sólo con Francia, Austria, Luxemburgo y Suiza por considerarlos territorios con una nivel de riesgo mayor que el de otros países con los que Alemania comparte frontera, como Países Bajos, Polonia y República Checa.

Seehofer no descarta, sin embargo, controles en el resto de fronteras que, de momento, no se ven sometidas a la medida. Hoy está prevista una reunión entre los ministros de Interior y de Sanidad de la Unión Europea (UE) para definir medidas de control sanitario en las fronteras internas y externas del bloque comunitario.

«Algunos controles pueden estar justificados pero la prohibición general de viaje no se considera una medida efectiva por parte de la Organización Mundial de la Salud», decía el viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Pese a esta advertencia son muchos los países que han anunciado cerrar sus fronteras para impedir la propagación del virus. Una oleada de decisiones que ha llevado al Ejecutivo comunitario a anunciar la presentación de una nueva batería de directrices sobre controles fronterizos para evitar el bloqueo de suministros básicos.

El control de las fronteras en Portugal fue anunciada tras la teleconferencia que mantuvo con el presidente español.