Algunas formas de cáncer las sufren casi de forma exclusiva los fumadores de larga trayectoria, es decir, aquellos que cumplen los 55 años y no han dejado de consumir tabaco desde los 15, según explican los médicos. El cáncer de vejiga es uno de ellos y los de pulmón y laringe también se deben casi siempre al consumo de tabaco. No obstante, de lo que más mueren los fumadores es de un infarto de miocardio.

Por otra parte, las imágenes que muestran esos procesos cancerosos, insertadas en las cajetillas de tabaco, compiten con las campañas publicitarias de las tabacaleras, centradas en hombres y mujeres jóvenes, delgados y activos.