Mientras el Gobierno trata de encontrar un lugar "adecuado" para instalar el futuro cementerio nuclear que debe almacenar todos los residuos radiactivos generados por las centrales españolas, la basura nuclear sigue acumulándose en los almacenes que posee cada reactor. En este sentido y de acuerdo con los últimos datos oficiales, la Central Nuclear de Almaraz es la instalación de estas características, de las siete existentes en España, que más residuos contiene.

De acuerdo con el último informe realizado por el Comité de Asesoramiento para el emplazamiento del Almacén Temporal Centralizado, los dos reactores extremeños --Almaraz I y Almaraz II-- acapara en sus piscinas residuos nucleares por valor de 897 toneladas de uranio. Ninguna de las otras centrales nucleares existentes en España posee tanta basura radiactiva almacenada en sus piscinas y de hecho, solo Almaraz almacena una cuarta parte de todo lo acumulado en España (3.370 toneladas).

No obstante, en descargo de las instalaciones extremeñas hay que señalar que en esa mayor concentración de residuos radiactivos influye el hecho de que Almaraz dispone de dos reactores --solo la de Ascó, en Tarragona, comparte esta situación (en ella se almacenan 825 toneladas de uranio); las demás solo tienen uno--, lo que provoca el doble de residuos; y que además son de los más antiguos de España --Almaraz I entró en funcionamiento en 1981 y Almaraz II en 1983--.

Pero además, según informan desde la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), Almaraz es la central que dispone de mayor espacio de almacenamiento libre, junto a la de Vandellós --también en Tarragona--. En el caso extremeño, de acuerdo con las estimaciones de producción de residuos, sus piscinas no se verían saturadas hasta el 2020 o el 2022, mientras que en el caso de la catalana esto ocurriría en el 2021.

Pero la preocupación por crear el ATC se debe a que el margen de almacenamiento del resto de centrales españolas es mucho menor. Según las estimaciones, las piscinas de Ascó y Cofrentes (esta última ubicada en Valencia) estarán totalmente saturadas en el 2013. Aunque el caso más representativo es el de la central de Trillo (Guadalajara), en cuyas instalaciones ya no caben más residuos desde el 2003 por lo que ha tenido que construir un almacén especial para poder seguir guardando residuos radiactivos. Por ello, desde Enresa se reconoce que en los próximos años será necesario disponer de mayor capacidad de almacenamiento, especialmente en el entorno del periodo 2010-2013.

Además del saturamiento de algunas piscinas, hay otros motivos. Así, en los próximos años deben regresar a España parte del combustible gastado de Vandellós y de Garoña que fue enviado a países como el Reino Unido para ser reprocesados. Pero también hay que buscar un destino para los residuos procedentes del desmantelamiento de la Central Nuclear José Cabrera (Guadalajara), cerrada el pasado año, así como el traslado de todo el combustible y los residuos generados durante sus casi 40 años de funcionamiento --inaugurada en 1968--.

En total, en España se generan cada año 1.700 toneladas de residuos radiactivos. Sin embargo, los de alta actividad representan apenas el 5% de esa producción. Según los últimos datos disponibles, las centrales nucleares españolas acumulan en sus piscinas y almacenes más de 3.370 toneladas de residuos radiactivos. La mayor parte es combustible gastado, ya que los elementos de baja actividad se envían al almacén de El Cabril, construido específicamente para este tipo de sustancias en la provincia de Córdoba.