Microsoft lo niega, pero los expertos lo afirman: el simpático pingüino de Linux se ha convertido en una auténtica ave de presa que ataca a grandes dentelladas a los sistemas operativos propietarios. Administraciones y empresas se asoman cada vez con mayor énfasis a las ventajas que proporciona el uso de programas libres y gratuitos en detrimento de los que necesitan una licencia. Lo que ha sucedido en Extremadura es sólo uno de los ejemplos (aunque quizás el más representativo) de la revolución que han iniciado en todo el mundo los partidarios del software libre.

En España, además de los casos de Extremadura, Andalucía y Valencia, el Ministerio de Administraciones Públicas ha completado recientemente su migración a Linux como sucesor de Unix. En el Reino Unido los informes del Gobierno fomentan el uso del software libre y en Francia los ministerios de Cultura, Defensa y Educación utilizan Linux (el Ministerio de Economía ya ha anunciado su intención de usarlo), además, una ley obliga a las administraciones públicas a valorar el software libre en todos sus contratos.

RECOMENDACIONES

En el caso de Alemania, el Parlamento ha elegido Linux como plataforma de software para sus servidores, el Ministerio de Economía y Tecnología insta al uso del Linux en servidores que necesitan de una seguridad especial y, tanto el Gobierno alemán como el norteamericano están utilizando Linux para servicios clave de internet, como impresión, correo, firewall y servidor web.

A ellos se suman otros estados como México, en donde el Instituto Federal Electoral controla el registro de votantes y la elección electrónica mediante servidores Linux, Australia, que ha decidido emplear el software libre en las zonas del norte del país, y Brasil, en donde el software libre es parte del programa electoral del presidente Lula.

Asia no se queda atrás. El Gobierno chino ha concedido a seis empresas un contrato para dar soporte a 10.000 usuarios, con el objetivo de emplear software libre. En cuanto a Japón, el gobierno y la industria privada están incorporando Linux en la iniciativa nacional e-Japan.

Esta es sólo una pequeña parte de la lista de amantes del software libre en el mundo. Las razones de sus usuarios son muchas: seguridad, independencia, portabilidad de la aplicación, fiabilidad... Pero la que parece ganar más peso y la que ha tocado el ego del gigante Microsoft es el motivo económico. Los expertos calculan que más del 65% del gasto público que realizan las administraciones se va en servicios de desarrollo de aplicaciones informáticas, así como su implantación, migración y mantenimiento. Por lo tanto, la implantación de software libre les supone a las administraciones y empresas un ahorro considerable (la Junta de Extremadura se ahorró 30 millones de euros, 5.000 millones de pesetas, en el desarrollo e implantación del Linex).

Una empresa que utilice Linux sólo tendría que pagar el apoyo técnico, una cuestión que también pueden ahorrarse si tienen un buen informático, mientras que Microsoft cobra la licencia por cada máquina donde se instala. El software libre, además, tiene otras ventajas: no requiere permisos para realizar adaptaciones.

No obstante, el sistema operativo libre siempre ha tenido fama de ser sólo apto para los aficionados al bricolaje informático. Su núcleo y sus distintas herramientas eran el almacén del que cada cual desgajaba las partes que precisaba. Pero en los últimos años, la comunidad de desarrolladores de Linux ha hecho un esfuerzo para hacer más intuitivo y accesible este sistema operativo libre y gratuito.

Descubrir la cifra de usuarios de Linux es complicado. Como además el software no exige a los usuarios que registren el programa ni impide el intercambio libre, la única forma de saber cuántos ordenadores tienen Linux es la encuesta y la apreciación subjetiva. Según Linux Counter (counter.li.org), en la que se lleva un registro voluntario, en la actualidad hay unos 5.000 usuarios en España.

USUARIOS EXTREMEÑOS

En cuanto a Extremadura, la Asociación de Usuarios Españoles de GNU/Linux sostiene que existen más de 55.000 instalaciones de software libre en la región. Asimismo, el colectivo indica que en la comunidad andaluza, en breves fechas, habrá 20.000 en los centros docentes.

Las distribuciones de Linux, que pueden descargarse en internet o conseguirse en cajas con manuales a través de las empresas, que las venden a un precio simbólico, suelen integrar en el mismo paquete el sistema operativo, las herramientas ofimáticas, varios navegadores, programas de correo y otras utilidades, para que el usuario elija qué quiere instalar.

El gran problema del que suelen hablar los usuarios domésticos es que con Linux no se pueden leer los videojuegos o los CD que regalan las revistas. Pero los expertos en el software libre puntualizan que todas estas cuestiones ya se están solucionando e insisten en que el nivel de penetración tiene más que ver con cuestiones culturales que técnicas.

En este sentido aseguran que las aplicaciones tienen las mismas funciones o mejores que los programas propietarios. El problema, insisten, es que los usuarios domésticos funcionan por modas y, además, todos los PC que se publicitan llevan Windows y no Linux.