El compromiso de convertir en objetivo "prioritario" de su Gobierno "la lucha sin cuartel contra todo tipo de terrorismo" abrió el discurso del aspirante socialista. Zapatero empezó con un recuerdo a las víctimas del 11-M, para las que anunció un incremento de las ayudas que ya aprobó el Ejecutivo del PP.

El próximo presidente alabó la unidad de los demócratas como base de la eficacia antiterrorista. Por eso resaltó "la vigencia" del pacto firmado con el PP en el 2000, pero pidió más. "Hoy es necesario ampliar la base del acuerdo contra el terrorismo", afirmó. Y anunció una primera reunión de todas las fuerzas parlamentarias para "compartir información y establecer una estrategia común". A ésta seguirán otras periódicas en el seno de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso.

La eficacia policial que se propone lograr se basará en mejorar la coordinación a través de un mando único de las fuerzas de seguridad y de la cooperación con las policías vasca y catalana. El líder del PSOE no olvidó denostar la "utilización política del terrorismo" que hizo el PP y los "intentos de contemporizar con los violentos", en alusión a Josep Lluís Carod-Rovira.

El Gobierno de José María Aznar cerró cualquier posibilidad de acceso al pacto antiterrorista a otras fuerzas políticas con la imposición de un preámbulo contra el nacionalismo vasco.