Lugar de nacimiento y edad: Valencia, 44 años. Formación: Doctora en Medicina. Cargos: Profesora de Medicina preventiva y Salud Pública de la universidad de Valencia. Jefa técnica del instituto sindical del trabajo, ambiente y salud.

Ana María García es la coordinadora del estudio elaborado por el Instituto Sindical del Trabajo, Ambiente y Salud (Istas) sobre la incidencia de las enfermedades laborales en España, tema sobre el que el pasado viernes ofreció una conferencia en el Hotel Zurbarán de Badajoz.

--¿A qué se debe la infravaloración tan importante que, según el informe del Istas, existe en el registro de enfermedades profesionales en España?

--El sistema de declaración de estas enfermedades no funciona bien. No se notifican los casos que realmente se producen. Además, en el caso de las muertes, frecuentemente las causan enfermedades que tardan mucho tiempo en manifestarse y que llegan cuando la persona está ya retirada o jubilada, por lo que no se relacionan con su trabajo. Pero incluso los casos que non mortales, se registran mal, ya que las empresas ponen muchos inconvenientes. Así como con el tema de los accidentes de trabajo se declara razonablemente bien, el de las enfermedades es todavía una asignatura pendiente.

--El pasado 1 de enero entro en vigor un nuevo real decreto para regular el registro de estas patologías, ¿en qué ha cambiado la situación?

--Pueden cambiar cosas. El anterior estaba muy desfasado. Era de los años setenta, y prácticamente no se había actualizado en todo este tiempo. Lógicamente, las condiciones de trabajo y los riesgos profesionales han variado mucho en tres décadas. El nuevo real decreto actualiza un poco el cuadro de enfermedades profesionales y también introduce novedades en el sistema de notificación. Ya no es la empresa la que tiene que notificarlas, sino que las compañías aseguradoras, las mutuas, pueden hacer la notificación. Y lo que esperamos sobre todo es que también se haga la notificación desde el sistema sanitario público, donde van a ser atendidas la mayoría de las enfermedades relacionadas con el trabajo. Actualmente, desde el sistema sanitario público no se efectúa esa notificación, sino que se limita a atender a la persona enferma.

--¿Y cómo valora que las mutuas sean también encargadas de hacer los partes de estas patologías?

--Hasta ahora la responsabilidad correspondía a la empresa, que era quien debía de declarar la enfermedad, aunque generalmente delegaba en la mutua. Ahora, ésta puede hacerlo sin que la empresa dé su visto bueno. Las relaciones de las mutuas con las empresas son a veces un poco complicadas, ya que la mutua ve más cliente en la empresa que en el trabajador, cuando el cliente real de la mutua es el trabajador, pero claro, quien le paga y le contrata es la empresa. De todas formas, las mutuas creo que han ido involucrándose más en la salud laboral y, hay tantísimo que cambiar, que cualquier indicio de cambio puede animar a unos y otros a hacerlo mejor.

--Las enfermedades psicosociales continúan estando fuera del nuevo listado.

--Sí, y esto es algo grave. Las enfermedades más frecuentes son las osteomusculares y tras ellas aparecen las pérdidas de audición por ruidos. Pero es que prácticamente después vienen los problemas mentales: depresión, ansiedad o estrés, que a lo largo pueden derivar, entre otros, en problemas cardiovasculares. Y ahora mismo están totalmente fuera del cuadro de enfermedades profesionales. Por ahí no hemos mejorado gran cosa.

--¿Qué papel debe jugar en la mejora de todo este proceso la formación de los médicos de Atención Primaria?

--Uno fundamental. Ahora mismo, los médicos de Atención Primaria --y menos aun los de la especializada-- tienen una formación muy básica o nula en temas de salud laboral: desde riesgos laborales a enfermedades relacionadas con el trabajo. Uno de los elementos que había que desarrollar sería ése: reforzar la formación de los médicos y sobre todo los de Atención Primaria, que son quienes ven los primeros casos.

--¿Cuáles son los principales efectos perniciosos del entorno laboral en la salud de los trabajadores?

--Lo que se lleva la palma en muertes es el cáncer de origen laboral, fundamentalmente por sustancias tóxicas químicas. Hay muchos cancerígenos en el mundo laboral. En la industria, pero también en la construcción e, incluso, en algunos ámbitos del sector servicios. En todos estos sectores se emplean sustancias cancerígenas sin las medidas de precaución adecuadas o sin buscar su sustitución por otras más seguras. También hay muchísimos problemas respiratorios y enfermedades cardiovasculares. Y aunque no sean mortales, pero también con un impacto muy alto. aparecen todas las enfermedades osteomusculares, causadas por posturas, movimientos repetidos, carga postural....

--Ahí también entraría en juego la concienciación del trabajador...

--Nosotros pensamos que el principal determinante son las condiciones de trabajo, y éstas no las decide el trabajador. A éste le dan instrucciones sobre cómo hacer la tarea y el trabajador hace lo que se le dice y cómo se lo dicen. Además, puede más la productividad que la seguridad. En consecuencia, el margen de elección que tiene el trabajador también es limitado. Es cierto que los medios de protección personal evitarían algunas exposiciones, pero no hay que poner tanto el énfasis en el trabajador como en las directrices que tiene que asumir la empresa para, aparte de alcanzar sus objetivos de producción, llegar a ellos respetando la salud y la seguridad de los trabajadores.

--Habla de la incidencia de los tumores pero, ¿hasta qué punto puede evidenciarse la influencia del entorno laboral en su aparición?

--Seguramente con un caso aislado es difícil de demostrar, pero lo que sí que sabemos es qué sustancias son cancerígenas. Estas pueden a veces sustituirse por otras más seguras. El mismo proceso productivo se puede hacer de otras formas o al menos de manera más segura, aislando convenientemente la manipulación de esas sustancias o utilizando medios de protección. Sencillamente haciendo eso conseguiríamos prevenir los casos. Es cierto que en una persona que a lo largo de su vida tiene muchas exposiciones laborales y extralaborales puede ser difícil determinar cuál es la causa que le ha producido una enfermedad, entre otras cosas porque una patología está originada por varias causas, pero siempre será importante identificar las situaciones de riesgo en el trabajo y corregirlas.