En el ámbito del comercio interregional, Andalucía mantiene su puesto como principal cliente y proveedor de Extremadura, si bien Madrid ha avanzado notablemente en cuanto a ventas a la Comunidad Extremeña. Según los últimos datos definitivos, el saldo comercial de Extremadura con el resto de regiones es muy deficitario, ya que las ventas no llegan los 4.200 millones de euros anuales y las compras rondan los 8.000 millones.

La evolución en la última década de estos intercambios muestra una clara tendencia a aumentar las diferencias entre lo que se compra y lo que se vende. La tendencia solo experimentó un parón entre 2001 y 2002, causado por un descenso notable de la demanda. Así, la tendencia de las exportaciones a otras comunidades ha ido creciendo paulatinamente, sin grandes altibajos, desde los 1.700 millones de euros hasta los 4.200 millones del último ejercicio cerrado. En cambio las importaciones se contuvieron a principios de este siglo, pero volvieron a dispararse en el último año, con un incremento de casi 3.000 millones.

La comunidad que más productos extremeños compra es la andaluza, que acapara más de un tercio de lo que vende Extremadura, por un valor de casi 1.500 millones. A mucha distancia estarían Madrid y las dos Castillas, cuyas compras rondan los 500 millones de euros anuales. En el extremo contrario, Asturias y Baleares apenas demandan productos de la región, con compras que rondan los cuatro millones al año.

Como primer proveedor también se sitúa Andalucía, que vende a Extremadura casi 2.700 millones al año, lo que supone un tercio de lo que importa la Comunidad Extremeña a otras regiones. Detrás se colocaría Madrid, cuyo volumen de ventas a Extremadura ronda los 2.000 millones, Castilla-La Mancha con 1.200 millones y Castilla y León con 605 millones.

Esto supone que aunque Andalucía es el principal proveedor de Extremadura, el déficit más notable se produce con Madrid, donde el desequilibrio comercial es de 1.500 millones de euros. Además la brecha se ha abierto más en los últimos ejercicios, al cuadruplicarse las importaciones desde esta región mientras las exportaciones crecían un 50%.

Por lo que se refiere a los productos que forman parte de este intercambio, en el capítulo de ventas a otras regiones, cuatro divisiones acaparan casi el 85% de este comercio. El volumen más alto es el de ventas de electricidad, derivadas de la actividad de la central nuclear de Almaraz, y que suponen casi 1.200 millones al año. Detrás figura la agroindustria, cuya producción para el mercado español ronda los 1.000 millones. Productos de siderurgia, con más de 700 millones, y producciones agrícolas con algo más de 600 millones completan los primeros puestos del ránking.

En cuanto a las compras, se repite la situación y cuatro apartados configuran más del 70% del comercio. La primera posición corresponde a la industria agroalimentaria, donde Extremadura demanda anualmente productos por valor de casi 2.500 millones de euros, dos veces y media lo que vende en este mismo apartado. Detrás estarían los productos de minería con 1.550 millones, las compras de gas, con 900 millones, y la siderurgia, con casi 840 millones, más de lo que vende.

Por último, el comercio interior extremeño mantiene una senda de crecimiento, acelerado en los últimos ejercicios. Así, en cinco años se ha pasado de un consumo en Extremadura de productos extremeños de 1.600 millones de euros a más de 2.800 millones.