En Mohedas de Granadilla no se habla de otra cosa, pero hay mucho miedo. "En una ocasión la madre tuvo que acudir a los servicios sociales de base para que se hicieran cargo del mayor de los tres hijos", relata una vecina, que prefiere omitir su nombre para evitar problemas con la familia, a la que ayer no se vio por el pueblo.

La mayoría de los vecinos aseguran que hay familiares maternos de los pequeños que tienen problemas psiquiátricos y alguna cuenta con la justicia. "Preferimos no hablar, siempre andan de un lado para otro, sin rumbo fijo y amenazando a los vecinos", explican.

En algunas ocasiones cuando la pareja ha tenido problemas y algún vecino ha tratado de ayudarles, les han amenazado. "En ocasiones hemos tenido enfrentamientos con ellos", dice una mujer de avanzada edad. Mientras, el abuelo paterno de los niños defendía, en Radio 5, a su hijo y aseguraba que la pareja cuidaba de los pequeños lo mejor que podía. Este diario conoció ayer que el padre amenazó a la asistente social y al pediatra cuando la Junta se hizo cargo de la tutela.