El empresario Angel del Cid, Premio Empresario Extremeño del Año, reconoció anoche tras recibir el galardón que no esperaba tal reconocimiento, que, afirmó, es "un honor para mí y representa muchísimo. Estoy muy contento".

El propietario de Mafresa mostró su ilusión por continuar trabajando y abrir nuevos caminos y aseguró que "el éxito no tiene secreto, es, principalmente, entusiasmo, voluntad y mucha lucha". El rey del jamón ibérico , como se le conoce, predica con el ejemplo y a su última apuesta empresarial, una línea de productos ibéricos prefabricados, se suma la ampliación en 15.000 metros cuadrados de sus instalaciones de Fregenal de la Sierra --que, probablemente, inaugurará tras el verano-- para pasar de producir 80.000 cerdos anuales a los 100.000 al año.

Angel del Cid reconoció que no piensa en la jubilación, todo lo contrario. "Los que hemos partido de cero somos personas que hemos luchado mucho y para los que las cosas siempre han sido muy difíciles. A medida que hemos ido avanzando, tenemos más facilidades en la mano y es una pena tirar la toalla. Los que nacemos así, tenemos que morir así", afirmó rotundo.

En cuanto al sector del ibérico, el propietario de Mafresa señaló que aún "no ha llegado a su techo" y defendió para su futuro encaminar la producción hacia "otras líneas diferentes a las que tiene ahora". "No podemos tener un producto elitista, hay que hacer productos intermedios que puedan dar satisfacción al consumidor y, por otra parte, crear una riqueza que, efectivamente, Extremadura tiene la posibilidad de desarrollar", aseguró.

Del Cid responde a la perfección al prototipo de hombre hecho a sí mismo. Hijo de un maestro al que siendo él aún un niño trasladaron a Fregenal de la Sierra, estudio Peritaje Mercantil en Badajoz y Profesorado Mercantil en Madrid. En 1960 creó su primera empresa, Agrofico, y en los 70 estuvo al frente de la firma de fotocopiadoras Minolta España. El siguiente paso fue Mafresa. Su esfuerzo recibió una nueva recompensa anoche, cuando el presidente de Grupo Zeta, Francisco Matosas, le entregó el galardón de mejor empresario extremeño del año.