El trasplante 1.001 que se realizó en Extremadura pasará a la historia, más que por la cifra, por marcar el hito de suponer el primer trasplante de donante vivo en la región. La intervención se llevó a cabo el pasado mes de mayo tras varios años de formación y una intensa preparación desde comienzos del 2019, cuando ya se barajaba que en ese año se llevaría a cabo la primera intervención de estas características en el Hospital Universitario de Badajoz.

En ese primer caso en Extremadura, un padre donó un riñón a su hija, que evolucionaba favorablemente tras la intervención, según la información aportada entonces por el SES, que ha rechazado ahora comentar cualquier dato sobre los trasplantes llevados a cabo el pasado año, y remite a la rueda de prensa que prevé dar la próxima semana. La operación, que duró algo más de cuatro horas, estuvo tutorizada por el doctor Antonio Alcaraz, Jefe de Urología del Hospital Clinic de Barcelona, el que más experiencia tiene en este tipo de trasplantes puesto que realiza medio centenar al año.

El Clinic de Barcelona también acompañó al equipo del Hospital Universitario de Badajoz (el único en el que se llevan a cabo los trasplantes en la región) en el segundo trasplante renal de donante vivo, que se llevó a cabo con éxito el 5 de julio. En esa ocasión fue una madre la que donó un riñón a su hija y ambas evolucionaban bien tras la intervención, que duró unas tres horas y que se retrasó respecto a la fecha prevista inicialmente, por las complicaciones para completar toda la tramitación que requieren ese tipo de trasplantes y por la necesidad de cuadrar las agendas con los médicos tutores del hospital catalán.

El trasplante de donante vivo es una operación programada que tiene más ventajas que el trasplante de un fallecido, puesto que el órgano que se implanta está en mejores condiciones.

Sin programa

La proporción de trasplantes de donantes vivos que se llevan a cabo es muy escasa en comparación a los que se practican de donante cadáver: los de donante vivo suponen apenas un 9% de los más de 3.000 trasplantes renales que se realizan de media cada año en España.

Hasta el 2019, Extremadura era una de las pocas regiones que no contaba con un programa de trasplante renal con donante vivo, por lo que los pacientes que necesitaban este tipo de terapia para superar la insuficiencia renal, debían ser derivados a otras regiones, fundamentalmente a Madrid. REDACCIÓN