La periodista americana Sara Bongiorni cuenta en el libro ´Un año sin el Made in China: La verdadera aventura de una familia real en la economía global´, su intento --y el de su familia-- de pasar un año sin comprar nada fabricado en este país. Durante esos doce meses, encontrar prácticamente cualquier artículo de consumo se convirtió en una hazaña.

Bongiorni llegó a tener que hervir agua todos los días para poder hacer café, porque no encontraba una cafetera que no procediese de China, o a pagar siete veces más por unas zapatillas. Eso sí, al cabo del año había tantas cosas que no pudo comprar, que acabó por ahorrar dinero.