Extremadura se ha convertido en un referente internacional en materia de yacimientos prehistóricos en poco más de 100 días. Es decir, un minucioso proceso de cinco años en los que se han desarrollado campañas de excavaciones de 20 días. Además, los hallazgos de los investigadores del proyecto Los primeros pobladores de Extremadura sólo son la antesala de lo que está por venir, que, según Eudald Carbonell, director del programa, deparará importantes sorpresas.

Las investigaciones se iniciaron en 1999 centradas en el conocimiento del Pleistoceno en el territorio extremeño. Hasta el momento los trabajos se han realizado en el área de Cáceres y Malpartida de Cáceres con la excavación de cuevas y yacimientos al aire libre --Maltravieso, Santa Ana, Conejar, Vendimia y El Millar--, pero el objetivo es extender los trabajos al resto de la comunidad extremeña, principalmente a las cuencas del Tajo y el Guadiana. De momento, ya hay hallazgos que se equiparan a algunos de Atapuerca.

VENDIMIA Y EL MILLAR: ESTRATEGIAS DE MOVILIDAD

Los yacimientos al aire libre de El Millar y Vendimia se ubican en los términos de Cáceres y Malpartida de Cáceres. En ambos se excava siguiendo las unidades geológicas en las que se encuentra el material arqueológico. Según los investigadores, el contexto geológico no ha permitido la conservación de restos óseos, pero las evidencias arqueológicas y paleo-ecológicas posibilitan observar un aprovechamiento íntegro del territorio dentro de las estrategias de la movilidad de los cazadores-recolectores.

CONEJAR: ULTIMO CAZADOR, PRIMER AGRICULTOR

La cueva del Conejar se sitúa en el caso urbano de Cáceres. El relleno sedimentario de esa cavidad ha sido en parte removido en tiempos recientes, pero existen testimonios de sedimentos en las paredes y en zonas de la roca, además han aparecido diversos materiales neolíticos, así como una industria posiblemente epipaleolítica.

Los trabajos realizados en la cueva permitirán conocer el tránsito de los últimos grupos de cazadores-recolectores a los primeros agricultores. Este yacimiento es único en Extremadura para conocer el cambio fundamental en la historia de la humanidad: la mayor sedentarización, la cerámica y la pérdida de importancia de la caza y la tecnología.

SANTA ANA: LA TECNOLOGIA DE LOS CAZADORES ACHELENSES

La cueva se encuentra junto al Cimov de Cáceres, sobre un pequeño valle, y los sondeos estratigráficos han proporcionado una industria achelense datada en más de 130.000 años. Este tipo de tecnología ha sido adscrita tradicionalmente a los grandes grupos de cazadores. El uso de herramientas de gran formato y con capacidad de realizar diferentes tipos de actividades revela la complejidad y la versatilidad con la que se dota a estos útiles para llevar a cabo un mejor aprovechamiento del medio.

Los futuros trabajos de excavación ayudarán a conocer un aspecto poco conocido hasta el momento, como son las ocupaciones llevadas a cabo en cueva por parte de los grupos achelenses.

MALTRAVIESO: UN REFUGIO PARA LA CAZA Y LA MUERTE

La cueva, que se encuentra en el casco urbano de la capital cacereña, es conocida internacionalmente por sus pinturas de manos del Paleolítico Superior, y fue utilizada por comunidades humanas en diferentes épocas. Durante la Edad de Bronce, en ella se enterraron los miembros de los grupos que vivían en la zona y durante el Pleistoceno Medio sirvió como refugio a cazadores.

El material recuperado durante las campañas ha proporcionado el mejor conjunto paleontológico extremeño en cueva, así como los útiles abandonados por los homínidos que utilizaron esta cavidad para refugiarse. En este sentido, Maltravieso es actualmente el conjunto arqueológico mejor conservado en la región y su importancia es equivalente a la de yacimientos europeos como los franceses de Aragó y Lazaret, siendo un pilar básico en la construcción de la prehistoria europea.