Es extremeño, de Villafranca de Guadiana, tiene 29 años y desde pequeño sabía lo que le gustaba. Tenía claro que tarde o temprano acabaría siendo lo que es hoy, un matador de toros. Ilusionado con su trabajo, satisfecho por sus faenas y arropado por toda una afición, Antonio Ferrera ha sido uno de los galardonados con la Medalla de Extremadura.

Con importantes premios a sus espaldas, al diestro se le otorgará el galardón en un acto institucional que tendrá lugar el día 7 de septiembre, en el que asegura que hará acto de presencia si ningún compromiso taurino se lo impide. Esta medallas constituyen el más alto galardón que se concede en la región extremeña y reconocen al torero por "su seriedad", trabajo bien hecho y promoción de Extremadura a través de la feria de los toros. " Me llamó el presidente de la Junta y me lo comunicó. Para mi es una satisfacción y un orgullo muy grande. Como extremeño es lo máximo. Es una de las cosas más importantes que me ha pasado en mi vida", comentaba el maestro.

Antonio Ferrera añadía ayer además que para él recibir la Medalla de Extremadura le lleva a recordar cosas del pasado. "Me acuerdo de mis comienzos, de mi familia, de los momentos duros que he vivido para seguir adelante, de mi bonita carrera ".