Extremadura ha pasado de ser uno de los destinos finales del tabaco de contrabando a convertirse en un territorio de paso hacia otras zonas en las que esta práctica es más rentable. Así lo demuestran las últimas actuaciones de los cuerpos de seguridad desarrolladas en materia de fraude, como la intervención de la mercancía almacenada en una nave del municipio cacereño de Casar de Cáceres, procedente de Francia y cuyo destino, previsiblemente, era el Reino Unido.

No obstante, una buena parte del tabaco de contrabando que llega a la región se queda para distribuirse principalmente a través de bares y quioscos, según indican fuentes de la Guardia Civil.

La venta se realiza en mano, ya que las máquinas expendedoras están sometidas a un control. Así, en algunos bares y quioscos de la región dan la posibilidad al cliente de elegir entre tabaco nacional o de contrabando.

LAS DIFERENCIAS

A simple vista, la única forma de distinguir un tabaco de otro es el sello azul que portan los paquetes de contrabando, con una inscripción que dice ´US TAX EXENT´, en cuanto al sabor, los consumidores aseguran que los cigarrillos del mercado negro son más secos y aromáticos que los legales. Este es uno de los motivos que llevan al consumidor a adquirir tabaco de contrabando, además de su precio, ya que un paquete suele costar en torno a un euro menos que el de elaboración nacional.

El tabaco que se mueve en el mercado negro extremeño es el considerado como de segunda calidad por las grandes compañías, que introducen este producto en los mercados de países pobres, como Turquía o Marruecos.

Así, su bajo coste es aprovechado por las mafias internacionales para poner el tabaco en circulación en los países occidentales.

La mercancía llega hasta Extremadura principalmente por la frontera portuguesa y en grandes camiones, cuyo contenido está bajo falsa declaración, que utilizan cualquiera de los pasos fronterizos existentes en las dos provincias, según fuentes de la Guardia Civil. Pero para llegar hasta la Península Ibérica, las redes organizadas emplean contenedores por vía marítima o alijos en las costas desde un buque nodriza.

Una pocas redes delictivas bien organizadas controlan la mayor parte del tráfico ilegal de tabaco en todo el mundo y van desplazando su área de operaciones y cambian su modus operandi y sus medios en función de la demanda del mercado y de los esfuerzos que realizan los países afectados para acabar con este fraude.

A pesar de que las actuaciones de los cuerpos de seguridad han reducido los delitos de contrabando en la región, se espera que los procedimientos de contrabando se perfeccionen aún más, con lo que aumentará la presencia de tabaco ilícito.

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