Alfredo Pérez Rubalcaba acudió a la presentación pública del candidato socialista a la presidencia de la Junta de Extremadura con un mensaje claro: en las próximas elecciones está en juego quién configura la Extremadura del futuro, porque será el encargado de gestionar las reformas que darán como resultado un nuevo modelo productivo. El vicepresidente del Gobierno subrayó la idea de que España necesita gobiernos socialistas para gestionar la vuelta a la senda del crecimiento en la economía. "Cuando hay crisis son más importantes las elecciones que cuando no las hay, y cuando las crisis son muy profundas como estas, cuando estamos cambiando el modelo productivo y algunos de los elementos básicos del Estado del Bienestar, con reformas profundas porque se necesitaban, es todavía más importante que las hagan quienes piensan de una determinada manera".

Según Rubalcaba en las elecciones del 22 de mayo lo que se plantea es "si es Guillermo (Fernández Vara) quien reforma la educación extremeña, quien reforma la sanidad extremeña o las reformas para crear empleo". Está en juego por tanto que Extremadura salga de la crisis "con el resto de las comunidades autónomas y de los países de Europa, abriéndose paso en un mundo globalizado".

Señaló que la izquierda no puede quedarse fuera de los cambios que ahora se están gestando. Por ello animó a los socialistas extremeños a transmitir al resto de la ciudadanía que "estamos en tiempos de cambios profundos, y que es muy importante que quien hace los cambios tenga que ver con aquello que está cambiando", dijo en alusión al sistema de pensiones. "Nadie mejor para reformar una casa que el arquitecto que la diseñó".

Habló de austeridad y de mantener la cohesión social manteniendo "nuestras señas de identidad" a pesar de la crisis, y recriminó el "ataque de izquierdismo del PP, que parece que está a la izquierda de los sindicatos", en alusión a una palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y que no demostró cuando estuvo ocho años en el Gobierno. Un tiempo caracterizado por el crecimiento económico, en el que sin embargo, recordó Rubalcaba, las pensiones mínimas "solo ganaron un 3% de poder adquisitivo y nosotros en seis las hemos hecho subir un 27%".