Los tres grupos parlamentarios suscribieron una declaración leída por el presidente de la Asamblea, en la que se denuncian las muertes de mujeres a manos de sus parejas, y se incide en que, pese a la mayor concienciación social, el problema de la violencia de género "hunde sus raíces en prácticas sociales que transmiten desigualdad y discriminación". En el texto se reclama a las instituciones que garanticen la protección de las víctimas.