Pedro Sánchez y su esposa María Isabel Blanco son de los pocos propietarios de ganado ovino que han logrado mantener su explotación en los últimos años en las tierras de Casillas de Coria, un pueblo cacereño situado en la comarca del Valle del Alagón. De hecho, con el paso del tiempo ambos han visto cómo algunos de sus vecinos también dedicados al sector ovino han decidido poner fin a esta actividad ya poco rentable para embarcarse en otros proyectos. "El que tiene la oportunidad lo deja, menos el que está sujeto a subvenciones grandes que se mantiene un poco, pero si no no hay forma de seguir adelante", comenta Pedro mientras espera en la puerta de su finca a las nueve de la mañana a un veterinario que llega desde Coria para vacunar a veintiséis ovejas con el fin de hacer frente a la lengua azul.

Muchos dolores de cabeza, demasiadas horas en la finca y numerosas cosas que atender, pero a la hora de hacer balance a fin de mes, "esto da para vivir y no más", asegura. Los elevados costes del gasoil, los gastos de las medicinas y del pienso para el ganado, así como las escasas ayudas y el bajo precio al que le compran el cordero son sus mayores enemigos hoy día. "De las 250 cabezas que tengo solo nos dan subvención por 189", explica. Se complica más la situación cuando a la hora de hacer cuentas tiene que afrontar facturas con pagos de 6.000 euros al año solo por la compra del pienso y complementos, mientras que de las ayudas por sus ovejas, "apenas percibimos 4.000 euros al año ", dice.

Para Pedro e Isabel dedicarse al ganado ovino no es rentable, sobre todo, "por el gran número de horas que hay que dedicar a la finca y los escasos beneficios que se obtienen a cambio", afirma. A pesar de los claroscuros del sector, Pedro sigue apegado a la tierra y al ganado, "mientras se pueda", matiza. Eso sí, con el apoyo de su paga que recibe por enfermedad y de las ganancias que obtienen del pequeño comercio en el que trabaja su mujer. Más aún cuando hace poco un vecino del pueblo decidió vender las 300 cabezas de ovejas para irse a la construcción, y "ahora está en el paro", por lo que de momento Pedro no piensa en otra alternativa.