El doble o triple festín de juguetes -Papá Noel rivaliza con los Reyes Magos- que atiborran a los críos españoles puede provocarles un atracón indigesto. «Se regala mucho más de lo necesario y más de lo que la emotividad de un niño puede aceptar», asegura Francesc Núñez, sociólogo de la UOC (Universitat Oberta de Cataluña), que urge a minimizar la saturación de los pequeños. Les trasladamos las dinámicas consumistas que los adultos tenemos interiorizadas, y una de las consecuencias, avisa Núñez, es el «síndrome del niño hiperregalado». El empacho causa que el crío «no aprecie los regalos y sea incapaz de prestarles atención, que se centre en uno; que pierda la ilusión y que se vuelva caprichoso, egoísta y consumista».

Según el estudio europeo Tendencias de consumo en Navidad del 2018 de eBay, los españoles se gastarán una media de 258 euros en regalos (9 euros más que el pasado año), de los cuales el mayor presupuesto, 166 euros, irá destinado a los más pequeños de la casa. España ocupa la segunda posición en el ranking de mayor gasto del continente, solo superada por Gran Bretaña.

ANHELOS MOMENTÁNEOS / Un exceso de regalos, prosigue Núñez, hace que los niños no valoren lo que reciben y que pidan un juguete por la satisfacción de tenerlo más que de disfrutarlo. «Son anhelos momentáneos en vez de necesidades objetivas», dice. Otra consecuencia negativa es que se dinamita la baja tolerancia a la frustración; el día que no reciban tantos obsequios quedarán «frustrados e insatisfechos». «No aprecian los regalos por su uso o por su valor simbólico, sino por la cantidad recibida, adoptando relaciones egoístas con los objetos de consumo», expresa.

El origen está en la incontinencia de padres, madres y demás parentela, incapaces de poner límites a las ilusiones infantiles. «Prefieren claudicar ante las peticiones de los hijos o ceder a la satisfacción propia que les da contribuir a sus deseos», sostiene Núñez,

La psicóloga extremeña Noelia Martín refrenda estas impresiones. «Que tenemos niños hiperregalados es un hecho. Y el problema es que no es solo en la época de Navidad, es que reciben regalos durante todo el año y son niños que no valoran lo que tienen», sostiene la experta que advierte que esto luego se traduce en que esa pérdida de interés les genera emociones negativas, como frustración, y son niños a los que cuesta mucho reforzarlos. «Los padres nos trasladan muchas veces que a sus hijos no les apetece tener nada», reconoce la psicóloga. «Los niños son cortoplacistas, en pocos días pierden el interés por el regalo que acaban de recibir y entonces ya reclaman otro juguete distinto. Y lo peor de todo, es que ese otro regalo les llega, si no se lo hacen los padres, son los abuelos o los tíos», explica la psicóloga, responsable del centro Séfode en Cáceres, especializado en la atención a menores.

límites/ La fórmula que ella propone para evitar las consecuencias de ese atracón de regalos durante todo el año es que se limiten los presentes al cumpleaños y la Navidad y, especialmente en el caso de la Navidad, que se fije un máximo: «tres o cuatro regalos en total, no tres o cuatro regalos en cada casa», advierte. Porque el hecho de que se limiten los regalos tiene el mismo efecto en los niños que la exclusividad para los adultos, según la experta: «lo que es escueto y fortuito les genera ilusión». Martín pone también el acento en la variedad a la hora de planificar la carta a los Reyes Magos. «Es importante que los niños tengan un juguete que les haga ilusión, pero también deben aprender a valorar otro tipo de regalos como unas zapatillas, un pantalón o un perfume», dice la experta que considera que esa variedad contribuye a generar ilusión por esos otros regalos y agota la idea de que «todo lo que no son juguetes son una obligación que deben asumir los padres», explica.

Otro elemento crucial a tener en cuenta es la edad para la que está destinada cada juguete. «Es muy importante respetar la adecuación de las edades siempre, porque no hacerlo puede provocar que a través del juego los niños estén percibiendo cosas que no son adecuadas para su edad», dice la psicóloga.

Y si a pesar de los esfuerzos, los Reyes Magos se pasan con los regalos y el día 6 de enero toca volver a casa con una carretilla, el consejo de la experta es que, «si son niños pequeños, se les dejen tres y el resto se guarden y se vayan dosificando después a lo largo del año. Con los adolescentes esto no es posible porque ellos son plenamente conscientes de todos los regalos...», reconoce.

¿Y si les regalan dinero? No es habitual en los niños pequeños, pero sí es un recurso fácil para la carta de los adolescentes a Melchor, Gaspar y Baltasar. «Es importante que gestionen los padres ese dinero y que les animen a gastarlo de forma escalonada y a invertirlo igualmente de forma variada en ropa, en libros...», dice la psicóloga.

PATRONES SEXISTAS /Los juguetes no deberían tener género, recuerdan los expertos, pero la cultura patriarcal sigue dominando el mundo de la infancia. «No hemos avanzado en este aspecto», lamenta Sergi Fàbreges, profesor de Estudios y Psicología y miembro de la unidad de Igualdad de Género de la UOC.

La psicóloga Noelia Martín considera, sin embargo, que es «algo más típico de los abuelos, los padres suelen tener ahora actitudes diferentes respecto al juego, más abiertas». Cree por ello que es importante que sean los padres quienes dirijan la selección de los regalos «siempre después de escuchar al niño».

El estudio sobre consumo navideño de eBay revela que el 39% de los españoles se muestra en desacuerdo con regalar juguetes específicos de género, pero una cuarta parte de la población admite que sí compra esos artículos que dividen el mundo infantil entre juegos ‘de niños’, asociados a la fuerza, el poder y el prestigio, el ingenio... y ‘de niñas’, dedicadas al cuidado del hogar y de la familia.

Muchos catálogos y secciones de jugueterías mantienen una diferencia entre el rosa y el azul. Pero algunas jugueteras como Imaginarium han convertido la igualdad un valor de la marca y la empresa Toy Planet, con una decena de establecimientos en la región, edita catálogos en los que los niños juegan con muñecas y las niñas con camiones.

En los últimos años también se han realizado campañas o acciones contra los estereotipos de género desde distintas administraciones. El Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX) ha desarrollado esta Navidad una serie de actividades y talleres para «responder a una necesidad de propulsar cambios de actitudes y opiniones», indican desde el IMEX. Una de las propuestas ha sido un taller de creación de superhéroes y superheroínas con niños y niñas de entre 4 y 12 años, en el que han aprendido a crear personajes de cómic que defiendan valores como la tolerancia, la solidaridad y la igualdad. En otro taller de robótica lo abordaron desde la tecnología.

En esa línea, el Ayuntamiento de Plasencia ha puesto en marcha por segundo año una campaña en la que aboga por no regalar juguetes sexistas. Ser iguales jugando y Regala juguetes libres de prejuicios sexistas son los principales mensajes del folleto, que destaca que «no hay juguetes de niños o de niñas, sino roles o estereotipos que limitan el juego libre».