Organizaciones como Greenpeace ven peligroso para el medio ambiente y la agricultura el uso de transgénicos, por su posible toxicidad, porque mediante la polinización pueden contaminar explotaciones ecológicas, por la presunta contaminación del suelo o porque generan mayor resistencia en insectos y malas hierbas . Pero además, consideran que entrañan riesgos a largo plazo para la salud humana: como nuevas alergias o la aparación de tóxicos y efectos inesperados en el organismo. Por ello desaconsejan su consumo y han hecho una guía de alimentos y frabricantes que usan ingredientes transgénicos.

Desde Greenpeace advienten que el maíz, la soja o sus derivados industriales están presentes en más del 60% de los alimentos transformados, desde el chocolate hasta las patatas fritas, pasando por la margarina y los platos preparados. El problema, según esta organización, es que aunque la legislación comunitaria exige que en la etiqueta de los productos aparezca la mención "modificado genéticamente" o "producido a partir de --el nombre del ingrediente-- modificado genéticamente", es posible que muchos ciudadanos los estén ingiriendo sin saberlo. "Existe un grave vacío legal: no es obligatorio etiquetar los productos alimentarios (carne, leche, huevos,) que proceden de animales alimentados con organismos modificados genéticamente. De este modo, se siguen produciendo a gran escala a nivel mundial y se importan, mayoritariamente, para la alimentación animal", apuntan en este colectivo.

"Existe un doble rasero: se es muy restrictivo con la producción dentro de la UE, pero hay total libertad para su comercialización y para importar transgénicos de fuera", recuerda José Cruz, de UPA.

La preocupación por estos productos y su venta ha llegado a las organizaciones de usuarios. Según la Confederación de Consumidores y Usuarios, los transgénicos "suponen una fórmula de experimentación sin las suficientes garantías sanitarias". Por ello, reclaman más investigaciones y transparencia.

No obstante, Félix Núñez, profesor de nutrición y seguridad de los alimentos en la Universidad de Extremadura (Uex), recuerda que para autorizar el consumo de un producto las autoridades realizan pruebas y protocolos muy exhaustivas: "A nivel general, no debe existir ningún riesgo para el consumidor. Eso es lo que se garantiza. Aunque sí podría aparecer algún problema si, por ejemplo, la persona tiene alergia a la sustancia introducida genéticamente".