Un anuncio de televisión comparaba a los autónomos como con una especie única, pero no está lejos de convertirse en una especie en extinción, continuando con la parodia del spot. Y es que sólo en los dos últimos años han cesado su actividad en Extremadura casi 2.900 negocios de este tipo. Solo en el último mes, en la provincia de Cáceres han cerrado 30 establecimientos, uno más de los que han abierto en la de Badajoz. Los datos facilitados por la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) señalan que a fecha de 1 julio había en Extremadura 78.907 autónomos, 2.837 menos que dos años antes.

La construcción, la agricultura y el comercio son las actividades de los autónomos extremeños que más han sufrido las consecuencias de la crisis económica, ya que en estos dos últimos años se han visto obligados a cerrar 1.082, 991 y 452 negocios, respectivamente. La caída también ha sido notable en las actividades dedicadas a la industria (-258), al transporte (-173) y las de tipo administrativo (-92); y en menor medida en la educación (-39) y los negocios inmobiliarios (-25). Por el contrario, se han incrementado las actividades profesionales, científicas y técnicas (+186), las artísticas y de entretenimiento (+78), la hostelería (+68), las de tipo sanitario (+65), las relacionadas con finanzas y seguros (+50) y las de información y comunicación (+22).

Cierran más hombres

Dentro de esta sangría de negocios, los hombres la sufren más que las mujeres autónomas, ya que del total de actividades cerradas 2.640 estaban regentadas por varones y 197 por mujeres. Este hecho guarda relación porque en Extremadura solo tres de cada diez autónomos son mujeres.

Sin embargo, Extremadura es la comunidad en las que más crece el número de mujeres autónomas, con un 9,3%, en los últimos cinco años, según datos de ATA.

Otro aspecto destacado es que la crisis ha afectado de forma similar a autónomos de Cáceres y de Badajoz, con un descenso del 3,7% y del 3,3% en el número de negocios desde el año 2008, respectivamente. En ambos caso, la construcción, la agricultura y el comercio son los que salen peor parados.

Sin embargo, en el caso del pequeño y mediano comercio la situación parece que mejorará a partir de ahora. "El comercio ha dejado de caer en el mes de junio, otra cosa es cuánto tiempo nos vamos a mantener en estos niveles de venta", señala Enrique Barrasa, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Mérida (Aeme). Este empresario, responsables de las tiendas Mango y Rosa Clará en Extremadura, y que también ha notado la caída de las ventas (aunque las ha soportado mejor por la mayor capacidad de estas firmas), apunta además que las pequeñas tiendas (sobre todo aquellas con menos de cinco trabajadores) han sido las grandes perjudicadas por la crisis, mientras que las grandes empresas la han soportado mejor al tener un tejido empresarial más fuerte.

Asimismo, apunta que el sector del automóvil ha esquivado la recesión económica mientras ha habido ayudas para la adquisición de vehículos, pero no antes de esa circunstancia; y teme que, como se ha comprobado, las ventas caigan al desaparecer las subvenciones.