Cáceres y Trujillo están totalmente conectadas mediante vía rápida desde anoche. El último tramo que quedaba pendiente, el que une Santa Marta de Magasca y la capital cacereña, fue inaugurado por la tarde por el Ministro de Fomento, José Blanco, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Aunque su apertura al tráfico no se produjo hasta las 20.30 horas, dado que hasta ese momento no se terminó de certificar toda la obra y de retirar la señalización provisional.

Con estos 11 kilómetros ya utilizables se completa totalmente la autovía A-58, que cuenta con una longitud total de 47 kilómetros. La infraestructura, que en la práctica sustituirá a la N-521, mejora la conexión por carretera entre la ciudad de Cáceres y la Autovía del Suroeste (A-5). El tiempo de viaje hasta Trujillo se reduce a apenas 25 minutos.

En total la obra, que se ha realizado en algo menos de cuatro años, ha supuesto la inversión de 136 millones de euros. En el caso de este último tramo, desde Santa Marta de Magasca a Cáceres, el presupuesto ha sido de casi 30 millones, a los que hay que sumar otros 3,2 en expropiaciones de terreno.

"A partir de hoy, los cacereños podrán viajar por la A-58 desde Cáceres hacia el centro de la península a través de la conexión con la A-5. El viaje será más rápido, más cómodo y, sobre todo, más seguro. Más rápido porque podremos ir desde Cáceres a Madrid en tan sólo dos horas y 40 minutos", subrayó en su intervención en el acto inaugural el ministro, que antes había procedido a cortar el tradicional cordón y había destapado un hito situado a pie de autovía. Blanco, que tras su comparecencia no aceptó preguntas de los periodistas, también recordó que con la puesta en servicio de esta infraestructura se da "satisfacción a una reivindicación histórica: Cáceres y Trujillo quedarán conectadas por autovía".

Por su parte, el presidente de la Junta destacó que las obras de este tramo se han terminado antes de lo previsto y que la A-58 supone una nueva contribución a la estructuración de las vías de alta velocidad de la región. En este caso concreto, Fernández Vara se mostró convencido de que la autovía tendrá una gran importancia en el ámbito turístico, dos de los grandes motores económicos de Cáceres y Trujillo. "Este tipo de vías de comunicación hacen que los visitantes permanezcan más tiempo, porque pueden viajar con mayor comodidad. Eso servirá de base para el desarrollo económico y también para ganar en seguridad", apuntó.

El dirigente regional no quiso desaprovechar la oportunidad de recordar a Blanco --al que agradeció el esfuerzo inversor que está haciendo en Extremadura-- la necesidad de impulsar otras infraestructuras viarias que el Ministerio de Fomento tiene proyectadas en la región y que aún no han superado su fase administrativa. En este caso las referencias iban dirigidas a las futuras autovías del Levante y la Badajoz-Córdoba, que están pendientes de que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino resuelva el procedimiento de evaluación ambiental. Sin embargo, el ministro no recogió el guante y no dijo una palabra sobre estos viales.

OBRAS HASTA LA PRIMAVERA Blanco inauguró ayer oficialmente la puesta en servicio del último tramo de la A-58, pero se marchó de Extremadura sin ver cómo los vehículos circulaban por ese trazado. El acto protocolario se cerró poco después de las seis, pero hasta las 20.30 no se permitió el tránsito rodado. La demora se debió, según explicaron desde la Subdelegación del Gobierno, a que faltaba por retirar distintas señales provisionales de las obras y realizar una última supervisión del recorrido antes de abrir al tráfico completamente esta autovía.

Además, según explicaron responsables del proyecto, la obra no está totalmente acabada. Queda pendiente la adecuación de la N-521, que se utilizará como vía de servicio. Para ello, está previsto mejorar el drenaje de esta carretera y ampliar el puente sobre el río Guadiloba. Además, se habilitará un carril bici que unirá la localidad e Sierra de Fuentes con el carril bici que la capital cacereña cuenta en la Ronda Norte, con el campus de la Universidad de Extremadura como origen.