Extremadura y Andalucía son las comunidades autónomas con menos renta de toda España y, además, a lo largo de los últimos cinco años las dos han crecido por debajo de la media nacional. Así lo indica el informe económico de La Caixa, que apunta a un proceso en el que tras varios años de lenta convergencia entre el norte y el sur la brecha parece que vuelve a agrandarse.

En este sentido, el Anuario Económico de España analiza la evolución de la renta familiar disponible en el último quinquenio y divide a las comunidades en tres grandes grupos: las que han registrado un crecimiento de entre el 26% y el 34% en ese periodo; aquellas con un incremento de entre el 34% y el 42%; y las que han alcanzado un aumento de entre el 42% y el 50%.

Las comunidades extremeña y andaluza se encuadran en el primer bloque, el de menos crecimiento de la renta familiar, junto a Aragón, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia y País Vasco. Mientras, las que han crecido entre un 34% y un 42% (la media nacional) son Cataluña, Madrid, Murcia, Navarra, La Rioja, Ceuta y Melilla. Por último, está el grupo de las comunidades gacela , un selecto equipo formado únicamente por Baleares, Canarias y Comunidad Valenciana.

Con detalle municipal

Teniendo en cuenta que Extremadura y Andalucía tienen el nivel de renta más bajo del país y que, además, presentan el ritmo de crecimiento más lento, no da la impresión de que la convergencia esté demasiado cerca.

Si se analizan los parámetros de crecimiento con detalle municipal, destaca que hay un bloque de catorce localidades extremeñas, todas ellas de la provincia de Cáceres, en las que la renta se incrementa a un ritmo inferior al del resto de la comunidad autónoma.

Uno de ellos, Guijo de Galisteo, es el pueblo que menos ha crecido de toda Extremadura desde 1999, con una tasa de entre el 10% y el 16% para todo el periodo analizado. El resto de los municipios extremeños se sitúan en una amplia horquilla media que oscila entre el 21% y el 42%.

Evolución

Guijo de Galisteo es una localidad de 1.552 habitantes que en el último quinquenio ha perdido nada menos que el 15% de su población. Tiene una tasa de paro aceptable --problema que afecta al 4,7% de su población-- y en su término municipal no hay abierta, según La Caixa, ninguna oficina de entidad bancaria alguna.

Pese a su supuesto mal momento económico, el Anuario Económico de España 2005 asegura que entre 1999 y el 2004 el número de actividades comerciales minoristas que operan en la localidad se incrementó en un 165%.