Un avión Hércules C-130 del Ejército español partió ayer de la base militar de Camp Doha (Kuwait) con el cadáver de José Couso, el cámara de Tele 5 asesinado el martes en Bagdad por el fuego de un tanque de EEUU. La hoja de ruta del avión militar incluía una escala técnica en El Cairo (Egipto) y tenía programada su llegada a la base aérea de Getafe (Madrid) en torno a la una de la pasada madrugada. Sus restos mortales serán incinerados hoy en Madrid.

Una veintena de periodistas españoles destacados en Kuwait, acompañados por el embajador en el emirato, Alvaro Alabart, despidieron ayer por la mañana el féretro de Couso, cubierto por una bandera de España. También embarcaron en el Hércules Jon Sistiaga, compañero del cámara fallecido, y el redactor de la agencia Efe Alfonso Baulúz.

Ambos salieron la víspera de Bagdad en una ambulancia del Ejército de Estados Unidos, que después los transportó en helicóptero, junto al cadáver de Couso, hasta Kuwait.

Horas antes de la llegada de sus restos mortales a España, el reportero de Tele 5 fue homenajeado por los madrileños en la céntrica Plaza de Olavide.

Entretanto, un grupo de 62 corresponsales de guerra abandonaron ayer en coches privados Bagdad, donde reina la barbarie ante la pasividad de los marines estadounidenses.

SALIDA DE REPORTEROS

Reporteros de diferentes medios españoles --incluido Antonio Baquero, de EL PERIODICO-- lograron llegar sin percances a Jordania. El convoy, con unos 30 vehículos, sólo fue escoltado por las tropas anglo-americanas hasta la salida de Bagdad.