Iba a disfrutar de unos días de vacaciones en Las Palmas de Gran Canaria pero la tragedia se cruzó en el camino de Tamara Gallardo Gallardo, una joven natural de Campanario y la única extremeña fallecida en el accidente aéreo que sufrió el vuelo de Spanair en la T4 de Barajas. Tenía 22 años e iba con su amiga Sara Conejo, de 25.

Campanario amaneció ayer consternada después de que la noche antes, apenas unas horas después de que se produjera este terrible accidente en el que han fallecido 153 personas, se supiera la terrible noticia. En este pueblo pacense viven tres tías de la joven y una abuela, que la misma tarde del suceso se trasladaron a Madrid para acompañar a los padres.

La familia de Tamara es muy conocida en la localidad, donde su abuelo había sido conductor del camión de la basura y su familia había regentado un establecimiento comercial. Sus padres --Diego y Angelines-- y ella misma habían nacido en este pueblo pero siendo muy pequeña, con tres años, emigró con sus progenitores a Alameda de la Sagra, un pueblo de Toledo, de donde era también la amiga junto a la que perdió la vida.

Era hija única y trabajaba en una planta de agua de Calatrava. "La familia está destrozada, prácticamente no pueden ni hablar, ha sido una tragedia muy grande. La gente está consternada en el pueblo, era muy joven", señalaba ayer la alcaldesa, Piedraescrita Jiménez, poco después de hablar telefónicamente con una de las tías. Ella conoció la noticia ayer por la mañana cuando llegó al ayuntamiento, tras lo cual, se celebró una junta de portavoces. Han decretado tres días de luto que comenzaron ayer; han mandado un telegrama de condolencias de la familia y una corona, y las banderas ondean desde las dos de la tarde de ayer a media asta. Además, repartirán el bando por toda la localidad para informar a los vecinos.

Tamara solía visitar el pueblo extremeño de sus padres cada vez que tenía oportunidad, donde tenía un grupo de amigos entre los que se encontraban sus primos. De hecho, algunos vecinos aseguraron ayer que estado recientemente en las fiestas de Campanario. De estas ferias se fue a las de su pueblo y esperó a que finalizaran para comenzar sus vacaciones en las islas.

"No sabemos qué pasará ahora. Su tía me ha dicho que esperan que las labores de identificación finalicen en dos o tres días, pero no saben cuándo podrán enterrar a Tamara ni si será aquí o en Toledo" apuntó la alcaldesa.

Ayer, en Campanario, los vecinos no dejaban de comentar la noticia. En la librería de la Cruz, junto al ayuntamiento, se habían agotado prácticamente todos los periódicos. Sus propietarios aseguraban que tendrían que pedir más ejemplares para hoy, una vez que todo el pueblo se había enterado de lo ocurrido.