Los ayuntamientos de las principales ciudades de Extremadura, a excepción de Badajoz, están dispuestos a asumir las competencias en materia de ocio --lo que incluye determinar los horarios de cierre de los bares--, aunque apuntan que se trata de un asunto que aún debe debatirse en profundidad. Para ello, varios de los alcaldes apuntan al Consejo de Grandes Ciudades como el foro ideal para abordar este tema y casi todos avisan de que cualquier nueva competencia que llegue a los municipios debe ir acompañada de recursos económicos para poder desarrollarla con eficacia.

La propuesta ya fue lanzada hace unos meses por el ahora presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, ha sido la primera tras los comicios autonómicos y locales en recoger el guante y apoyar e impulsar esta iniciativa, como ya publicó ayer este diario. Pero no ha sido la única que se ha pronunciado en este mismo sentido.

Así, la alcaldesa en funciones de Plasencia, Carmen Blázquez, dejó claro que el consistorio placentino está dispuesto a asumir nuevas competencias que actualmente están en manos de la Junta de Extremadura, puesto que el ayuntamiento es, recordó, la administración más cercana a los ciudadanos.

ESTUDIO CON CALMA A su juicio, la posibilidad de tener competencias en materia de ocio es un "tema muy interesante que debe estudiarse y valorarse con calma". Para Blázquez, no tiene porqué causar ningún perjuicio al gobierno local, ya que entiende que "tampoco supondría un cambio importante en la labor policial".

En la misma línea se pronunció la alcaldesa en funciones de Villanueva de la Serena, Ana Belén Fernández, quien señaló que "Villanueva no tendría ningún problema en asumir esas competencias". No obstante, matizó que "cada población tiene sus propias características y quizás este asunto se ve más necesario en Cáceres". Pese a todo, aseveró que "el traspaso puede ser asumible perfectamente por los ayuntamientos" sin que suponga una merma en sus actuales recursos.

Más tibia fue la respuesta inicial del Ayuntamiento de Mérida, donde la alcaldesa en funciones, Ascensión Murillo, apuntó que por el momento el consistorio no se plantea asumir competencias en materia de ocio. No obstante, indicó que esta posibilidad "no es descabellada" al ser los ayuntamientos las instituciones que más conocen la problemática y las necesidades de los establecimientos hosteleros.

APERTURA DE DEBATE Mientras, los alcaldes de Almendralejo, Don Benito y Navalmoral de la Mata no ven mal ese posible traspaso competencial desde el Gobierno regional a los grandes ayuntamientos, aunque reclaman que se desarrolle un debate previo que, apuntan, debería producirse en el Consejo de Grandes Ciudades, un nuevo organismo anunciado por Fernández Vara.

El alcalde de Don Benito, Mariano Gallego, recalcó que este asunto, al igual que otros de interés municipal, debería debatirse, precisamente, en el Consejo de Grandes Ciudades. Ese es, a juicio de Gallego, el foro adecuado para realizar reivindicaciones, "en lugar de que cada ayuntamiento (en referencia a la alcaldesa de Cáceres) salga a la luz pública a hablar de lo que le interese".

No obstante, se mostró favorable a que se descentralicen todas las competencias que sean posibles aunque "siempre, claro está, que vengan acompañadas de los correspondientes recursos económicos".

De la misma opinión es el alcaldede Almendralejo, el socialistaJosé María Ramírez, queconsidera que con un debate enel Consejo de Grandes Ciudadesse evitaría la politización de estetema. “No es malo que los ayuntamientostengan más competenciasen estas materias, porqueequiparar toda la región enhorarios de cierre y apertura esuniformizar demasiado”, afirmóal tiempo que recalcó que esecambio podría ser positivo, porquepermitiría flexibilizar loshorarios según las necesidadesde cada población.Además, consideró que laasunción de las competenciasdebe ir pareja a que la vigilanciade los horarios de los bares semantenga como hasta ahora,por parte de la Policía Local y Nacional,para impedir que seauna “competencia onerosa” paralosmunicipios.

El alcalde de Navalmoral de laMata, Rafael Mateos, está deacuerdo aunque con matices. Enprimer lugar porque cree “quehay cosas más importantes queregular”, y en segundo porque“cualquier nueva competenciadebe ir acompañada de financiación”.Para Mateos, el traspasode las competencias en políticade ocio es “interesante” porque“los ayuntamientos no podemosescurrir el bulto”. Por eso, pideque se debata en el Consejo deGrandes Ciudades, organismoen el que, por cierto, hasta la fechano se ha incluído a Navalmoral,algo qu e el edil ya ha reclamadopor escrito –sin obtenerrespuesta– a Guillermo FernándezVara.

RECHAZO ROTUNDO /Quien sí harechazado de forma tajante laposibilidad de asumir esas competenciasha sido el alcalde enfunciones de Badajoz, José AntonioMonago, que insistió en queno es posible si no existe unacontraprestación económica quesustente esta nueva gestión.Para Monago, la propuestaestá “fuera de lugar”, porque lanegociación y ampliación de horariosde apertura de los localesde ocio supondría un incrementode los costes y de la plantillade la Policía Local, dado que es laque controla actualmente la normativade cierre en un dispositivoconjunto con la Policía Nacional.En suopinión, la administraciónregional está “utilizando”a la alcaldesa cacereña para“sondear” esta iniciativa entrelos consistorios extremeños y“generar problemas” en lugar deejercer supotestad ejecutiva sobrela materia.