José María Aznar ha aceptado sumarse al propósito de EEUU de abrir un nuevo foco de tensión con Siria. El presidente estadounidense, George Bush, le solicitó ayer que le ayude a presionar al Gobierno de Damasco para que no acoja a "elementos indeseables" del régimen de Sadam ni desarrolle armas químicas. Tras una larga conversación telefónica, de 40 minutos, Aznar se comprometió ante Bush a trasladar este aviso al líder sirio, Bachar al Asad, según fuentes gubernamentales.

CHARLA SIN DETALLES

Bush transmitió a Aznar su convicción de que Siria es el principal refugio del depuesto Gobierno iraquí, aunque sin aclararle si sus sospechas son fundadas. Bush trasladó a Aznar su determinación de impedir que el régimen de Asad desarrolle armas químicas. No le reveló, sin embargo, si posee pruebas que acrediten las denuncias de Colin Powell.

Bush también pidió a Aznar que se sume a la ofensiva --de momento diplomática-- de EEUU contra Siria. Apeló a los tradicionales vínculos de España con el mundo árabe para solicitar a Aznar que traslade a Asad un mensaje: si ayuda a los colaboradores de Sadam deberá atenerse a las consecuencias, máxime si se demuestra que, además, lleva años atesorando armas de destrucción masiva.

Aznar accedió a las demandas de Bush y en las próximas horas buscará un hueco en su agenda para telefonear al líder sirio. Desde anoche está en Polonia de visita oficial y después asistirá a la cumbre europea de Atenas.

Tras destacar la relevancia de la misión que Bush ha confiado a Aznar, ayer el Gobierno español se escudó en la cautela. La Moncloa duda de que EEUU quiera desencadenar ya una intervención militar contra Siria, pero al tiempo admite que sería "muy grave" que Asad protegiera a Sadam o que desarrollara armas prohibidas. Dicho de otro modo, el Ejecutivo no excluye que la actual tensión pase a mayores, en cuyo caso volvería a alinearse con EEUU.

Con todo, ayer la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, se desmarcó de la línea oficial del Gobierno al calificar de "poco afortunadas" las manifestaciones que sobre Siria han formulado las autoridades estadounidenses. También el titular de Administraciones Públicas, Javier Arenas, negó que Siria sea un "objetivo" militar.

ZAPATERO PIDE ACLARACIONES

La oposición española, entretanto, exigió ayer a Aznar que defina su postura en la confrontación abierta entre EEUU y Siria. El líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, le pidió que "aclare cuanto antes" si suscribe las acusaciones de Bush y Powell a Damasco por- que, a su juicio, esta "estrategia de amenazas" esconde la idea de "extender el nuevo orden a toda la región". Gaspar Llamazares (IU) censuró la "complacencia" de Aznar con Bush.